La Castrense traslada las misas a la sacristía al tener el templo cerrado
El párroco toma la decisión tras la visita del arzobispo Juan del Río a la espera de que se inicien las obras necesarias
Sin iglesia, pero con misas. El párroco de la Castrense se ha propuesto que el culto en esta iglesia de la plaza del Falla no se pierda. Y por eso ha comenzado a celebrar misas en la sacristía del templo, cerrado desde hace algunas semanas por daños en la estructura de una de las naves laterales.
Tras tomar la decisión de cerrar las puertas del Santo Ángel -siguiendo el consejo de los técnicos de la Comandancia de Obras del Ministerio de Defensa- el párroco, César Sarmiento, solicitó que la vivienda anexa a la iglesia pudiera utilizarse como capilla provisional hasta que no pudiera reabrirse la Castrense. No obstante, desde el Invifas -que es el organismo de Defensa responsable de la antigua vivienda del párroco, actualmente en desuso- se comunicó que para habilitar esta capilla provisional era necesario modificar su uso (establecido como vivienda), lo que necesitaría del correspondiente período de tramitación.
Así las cosas, Sarmiento ha optado finalmente por habilitar la sacristía de la Castrense como improvisada capilla, celebrándose allí la misa diaria así como los cultos y fiestas correspondientes, como la cercana Misa del Gallo. Estas eucaristías comenzaron a celebrarse el pasado sábado, accediendo a la sacristía los fieles por la calle Benito Pérez Galdós. "Serán pocos los que quepan allí, pero al menos servirá para no perder el culto", afirma al respecto el párroco del Santo Ángel, en defensa de su apuesta decidida por que la actividad en el templo del Falla no cese a pesar del importante inconveniente de tener la iglesia cerrada al culto.
Por el momento, en la Castrense no hay noticias sobre las obras que tienen que acometerse para solucionar los problemas de la nave lateral y reabrir al culto. Pero el párroco asegura al respecto que el interés "en esta iglesia es grande, tanto por la historia que atesora como por el servicio pastoral que presta". De hecho, días atrás estuvo en Cádiz el arzobispo castrense, Juan del Río, para conocer de primera mano la situación y trasladar el interés por solucionar los problemas lo antes posible. "Fue una alegría que nos visitara, sirvió para dar algo de tranquilidad a todos", ha comentado Sarmiento sobre la visita de Del Río.
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