"La Casa es una reconciliación con los recuerdos, con el pasado"

La muerte del padre lleva a su hijo a recordar el tiempo pasado en una pequeña casa de campo, construida ladrillo a ladrillo por su progenitor. Una casa que fue testigo de reuniones familiares, de conflictos y de alegrías y que ahora, con él muerto, está cargada de recuerdos y añoranzas.

Paco Roca nos deja una nueva obra cargada de sentimientos. La Casa, publicada por Astiberri y que acaba de salir al mercado (se puede comprar en librerías especializadas y el aquellas que mantienen una sección dedicada al tebeo), es el último trabajo del autor valenciano. Retorna al ambiente familiar de cada página de Arrugas, hasta el punto que él mismo considera que este álbum bien puede considerarse como "una precuela, porque vuelve un poco al tema de los recuerdos, de la familia y, aunque no exactamente de las personas mayores, sí de la relación entre padre e hijo".

El libro nace al poco de morir su padre y cuando estaba acabando Los surcos del azar. Fue un tiempo especialmente duro en el plano personal y, también, en el profesional, pues Los surcos puede que sea su obra más trabajada.

"Es una reconciliación con los recuerdos, con el pasado y un poco con lo que representa ser padre y lo que representa ser hijo", comenta en una entrevista con la agencia Efe, donde reconocía que le "apetecía" sacar adelante este trabajo al surgir en un momento importante que le hizo reflexionar: ser padre y a la vez quedarse sin él, pues La Casa relata no sólo la relación de los hijos con el padre, sino de estos hijos con sus propios vástagos.

En esta conversación, admite que La Casa es su obra más personal y autobiográfica, hasta el punto que son también dos sus hermanos, como en el libro; a la vez, sin embargo, ha intentado poner "distancia" para "no pecar de excesiva sensiblería", lo que ha logrado con éxito pues el libro emociona, sí, pero con la suavidad con la que habitualmente nos regala Roca. Nos metemos de lleno en muchos de sus personajes; buscamos similitudes con imágenes de nuestra infancia, de nuestra propia familia. La obra, además, gira alrededor de una casa construida, poco a poco, por sus propios vecinos. ¿Acaso no hay muchos aquí que han hecho o vivido lo mismo?

Paco Roca (Valencia, 1969) acapara una larga lista de galardones nacionales e internacionales conseguidos en menos de una década, desde que publicó en 2007 Arrugas, uno de los grandes éxitos, en crítica y ventas, del tebeo español y que llegó incluso a la gran pantallas.

Arrugas le dio a Roca el Premio Nacional de Cómic, además de los premios al mejor álbum y guión del Salón de Barcelona, junto a los premios al mejor álbum en Lucca y Roma; repetiría éxito con El invierno del dibujante (2010), una magistral obra que nos lleva a la época dorada del tebeo español durante el franquismo y que fue elegida también como mejor obra española y mejor guión en Barcelona.

Los surcos del azar (2013), pendiente también de convertirse en película, ha sido el último gran trabajo del dibujante y guionista valenciano. Le supuso meses de investigación para llevar al papel la historia de los republicanos españoles que participaron en la liberación de París en la Segunda Guerra Mundial. Emotiva, tierna y dura a la vez, también fue aclamada en el Salón de Barcelona.

Astiberri ha editado 10.000 ejemplares del nuevo álbum, una cifra muy elevada para un cómic en España, aunque ínfima para el mercado francés, donde Roca también ha cosechado grandes éxitos.

El autor valenciano trabaja actualmente en un discolibro junto a José Manuel Castañ, líder del grupo Seguridad Social, y otro cómic que anuncia será un bombazo, aunque se mantiene en silencio a la hora de adelantar más datos sobre el mismo. Y prepara también su segunda película (tras Arrugas, por la que consiguió el Goya al mejor guión adaptado). En esta ocasión se centra en sus extraordinarias historia relatadas en las historias cortas Memorias de un hombre en pijama, publicadas primero en el diario valenciano Las Provincias y, después, en El País. Obra escrita con un espejo enfrente, en el que se refleja la personalidad de Paco Roca siempre, o casi siempre, son su vestimenta ideal: el pijama para ir por casa.