La labor de Cáritas permitió que 96 personas lograran empleo en 2013

Acompañar a la persona que no encuentra salida, formar al que tiene problemas siquiera para acceder al mercado laboral y sentar las bases para una inserción plena en la sociedad actual son algunos de los objetivos que persigue Cáritas, que dentro de su abanico de acciones también dedica personal y fondos al Empleo. De hecho, la institución religiosa informaba ayer que durante el pasado año 2013 fueron 751 las personas a las que atendió, acompañó y formó en la diócesis -a través de los distintos centros y servicios con los que cuenta- para propiciar que mejoraran sus cualidades y que pudieran acceder a un trabajo. Y el dato positivo presentado es que casi un 13% de ellos (96, en concreto) lograron volver a trabajar después de participar en algunos de los procesos personalizados de formación y orientación puestos en marcha.

Para desarrollar estas acciones destinadas al Empleo, Cáritas invirtió en la diócesis el pasado año un total de 285.413,99 euros. Según explica la institución, un 36% de estos fondos proceden de aportaciones privadas (cuotas de los socios, donantes y otras empresas colaboradoras) y el 64% restante llegó por medio de subvenciones públicas (tanto del Fondo Social Europeo como de las administraciones estatal y local). Y al margen de la inversión económica, se destaca que ocho personas contratadas para llevar a cabo los programas de orientación y formación y una docena de voluntarios que participan en los mismos han logrado aportar este grano de arena a la difícil situación por la que atraviesa el empleo en las localidades a las que se circunscribe la diócesis.

Del balance del área de Empleo en 2013 de Cáritas Diocesana sorprende el alto índice de mujeres atendidas. Nada menos que un 70% de esas 751 personas que accedieron a los programas de empleo y formación eran mujeres. Mayoría es también las personas de nacionalidad española, que alcanzan nada menos que el 89% del total. Y con respecto a los extranjeros, de los 79 que fueron atendidos el pasado año el 43% llegó procedente de países extracomunitarios.

Con todos estos datos, Cáritas diocesana ha establecido un perfil básico de la persona que participa en el programa de Empleo. Y este es el de una mujer española de entre 25 y 45 años con un nivel formativo bajo -un 43% de las personas atendidas en 2013 solo posee estudios primarios, finalizados o sin finalizar-.

"Los participantes en las acciones de empleo y formación de Cáritas son personas que están sufriendo directamente las consecuencias del modelo socioeconómico que ha generado una tasa de desempleo que se mantiene al 26%. Esto significa que se han estado enfrentando a un mercado laboral de acceso cada vez más difícil, lo que nos permite entender cómo la desesperanza ha hecho mella en muchas de estas personas, que desisten impotentes en su infructuosa búsqueda de empleo", subrayan desde Cáritas, que señala además que entre las personas atendidas se encuentran también aquellas que antes de la crisis mantenían una vida laboral estable, "pero también quienes antes de la crisis contaban ya con un bajo nivel de empleabilidad", lo que dificulta aún más su situación en los momentos actuales.