Cádiz juega a la Capoeira
Danza y ritmos tradicionales cariocas se unen a la lucha para esconder este arte marcial que se oculta en el juego. Cádiz acoge hasta el domingo el Mundial 2008
El Mundial de Capoeira 2008 dio comienzo ayer con la Pedalada (convoy de bicicletas) que recorrió las principales plazas de la ciudad al ritmo de silbatos y bocinas. La algarabía corrió a cargo del grupo de Capoeira Porto da Barra de Cádiz.
La expectación de los ciudadanos fue creciendo con cada exhibición (llena de música, acrobacias y baile) que ofrecieron durante su recorrido. Una alto en el camino era un corrillo de capoeristas que cantaban, bailaban, saltaban y combatían jugando. Cada vez eran más quiénes se acercaban para curiosear agolpándose alrededor en Santa María del Mar o en la plaza de San Juan de Dios. Una travesía que les llevo a cruzar el casco histórico de la ciudad para terminar en la plaza Mina.
El Mundial de Capoeira conmemora el décimo aniversario en España del Grupo de Capoeira Regional Porto da Barra de Cádiz. Nació en la ciudad de la mano de un profesor brasileño que se traslado después de residir en Bolivia a Cádiz para estudiar Medicina y que termino enseñando estas artes consiguiendo extenderlo internacionalmente. Esta organizado por este mismo grupo y con la ayuda del Ayuntamiento de la capital gaditana y de diferentes patrocinadores. La Capoeira "es una lucha, un arte marcial camuflada en el baile, la danza, la expresión corporal que nace como una reacción de los esclavos contra la opresión", explica Antonio de Souza Almagro uno de los jóvenes que practica este deporte en Cádiz desde 1995. Una forma de resistencia de los esclavos angoleños llevados a la fuerza a Brasil por el imperio portugués. El riesgo de ser perseguidos por la práctica de un arte en el que subyacen elementos subversivos contra el régimen establecido, los obliga a esconderlo con ritos y con la danza. Poco a poco se introducen los golpes de forma que la lucha pasa inadvertida.
Un arte marcial "que tonifica el cuerpo, pero sobre todo es un juego, no se combate, no hay vencedor ni vencido. En cada juego tiene un ataque y una defensa como si fuera pregunta o respuesta. Es una cultura porque bailas, cantas, conoces otro idioma. Y no tiene ni edad, ni sexos, ni tampoco exige una preparación física previa. Solo hace falta voluntad y ganas de entrenar", explica Pititinga, un profesor que viene de Salvador de Bahía y uno de los creadores de este grupo de artífices del Mundial que se celebra.
Este evento proseguirá durante todo el fin de semana con la visita de deportistas de países como Alemania, Brasil o Finlandia. Y con actividades, exhibiciones y talleres que en la Playa de La Victoria, en el pabellón del colegio San Felipe Neri y concluirá el domingo con el Batizado donde se examinara y cambiará de graduación a los deportistas que han compartido esta experiencia.
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