Mantenimiento de las calles

Cádiz, la ciudad que pierde el pie

  • La falta de mantenimiento urbano degrada buena parte del acerado de la ciudad, con lo que ello supone de riesgo para el viandante a la vez que choca con la apuesta por la peatonalización

Hace ya muchos años, algunas décadas incluso, el Ayuntamiento arregló los bancos de la plaza de San Antonio. Al poco, aparecieron rotos o pintados. No se tardaron en arreglar, y al poco el vandalismo volvió a destrozarlos. Y se arreglaron de nuevo. Y ya no volvieron a tocarlos.

Es decir: que los equipamientos urbanos hay que mantenerlos, con constancia y con tesón, aunque para ello haga falta un presupuesto adecuado, especialmente en ciudades como la de Cádiz donde se vive mucho en la calle, donde la gente pasea y donde aún se ven niños, no muchos, jugando en las plazas (más allá de las limitaciones impuestas por la pandemia).

Por ello es evidente que algo falla en el Ayuntamiento de Cádiz cuando el viandante se topa a cada metro que anda con los cada vez más numerosos desperfectos de la vía pública. Una incongruencia cuando el gobierno municipal promueve la ciudad para los peatones y pone límites al uso del vehículo privado.

Es evidente la falta de un mantenimiento adecuado de nuestros espacios peatonales. La Avenida, por la que cada día pasan cientos de personas, es el mejor ejemplo. Están los tramos que nunca acabaron de reformarse cuando se actuó sobre esta vía hace décadas, quedando pendiente el cambio en el firme entre Santa Cruz de Tenerife y el antiguo Gobierno Civil. En otros, las raíces de los árboles se comen parte del paseo, con un evidente peligro ante las caídas del viandante. En las últimas semanas se han arreglado dos de estos parterres. Nada más, un ritmo que nos puede llegar a meses de espera para que todo esté en condiciones. En estos días se trabaja también en la zona del solar de la Subdelegación, donde las raíces cruzan de lado a lado todo el ancho de la vía.

Pero más allá de la Avenida, este problema de raíces se traslada a muchas otras calles de la ciudad, especialmente en extramuros, donde los trabajos de mantenimiento urbano son menos evidentes.

En calles peatonales del centro histórico y en plazas de referencia, como Catedral o San Juan de Dios (en esta última se está actuando pero, también, a cuentagotas), el suelo está muy dañado, y en casos determinados las piezas que se reponen contrastan en su color con las antiguas.

Junto a ello, hay paradas de los autobuses urbanos donde el abandono es evidente. Los vehículos estacionan sobre una calzada llena de boquetes y teniendo en cuenta que en muchas ocasiones no paran a pie de la acera, el acceso al bus resulta complicado para los pasajeros de más edad. Pasa en paradas como las de Subdelegación o San José, por ejemplo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios