Cádiz

Cádiz: del 'Prohibido jugar a la pelota' al 'Juega, convive y respeta'

Un operario municipal retira el cartel que prohíbe jugar a la pelota en la trasera del colegio La Salle Viña.

Un operario municipal retira el cartel que prohíbe jugar a la pelota en la trasera del colegio La Salle Viña. / M.F.

“El balón, al pasto”, decía Di Stéfano. Para mimarlo y embellecer el juego. En el caso de Cádiz, el balón irá al asfalto. O eso pretende el Ayuntamiento retirando los carteles que prohíben jugar a la pelota en las plazoletas. Este miércoles se estrenaba la edil de Juventud, Lorena Garrón, en el simbólico acto de cambio de mensajes en las paredes. Desde ahora, donde antes los niños y niñas de Cádiz encontraban prohibiciones, se leerá: “Juega, convive y respeta”.

Ha sido en la trasera del colegio La Salle Viña, junto a la plaza del Tío de la Tiza. Allí lucía un cartel: “Prohibido jugar a la pelota”. Un operario municipal colocaba el nuevo y conciliador texto. Ya solo faltan más niños y que los pocos que quedan abandonen las consolas y recuperen el juego en la calle. De utopías se puede vivir. Y de escepticismo, sobre todo en Cádiz. Como el viandante que al pasar por el lugar de los hechos ha soltado un categórico “qué de pamplinas”.

El Ayuntamiento de Cádiz no tiene que pedir permiso para retirar unos carteles que no obedecen a normativa alguna. Que tienen su origen, arbitrario, en el enfado de los vecinos por las molestias causadas por la chavalería con aquellos balonazos de los que uno tardaba horas en recuperarse. O en el ruido provocado por el impacto de un Tango Adidas en una pared en hora de siesta veraniega. “Niño, deja de joder con la pelota”, que canta el Noi de Poble Sec, más conocido como Joan Manuel Serrat.

Colocación del nuevo cartel: "Juega, convive y respeta". Colocación del nuevo cartel: "Juega, convive y respeta".

Colocación del nuevo cartel: "Juega, convive y respeta". / M.F.

Otra cosa será llegar a un acuerdo con las comunidades de vecinos para que permitan colocar el nuevo cartel. “Necesitamos permiso, sí”, confirmaba Garrón. El colegio La Salle Viña lo ha concedido y detrás, en la calle Hermano Ignacio o en la misma plaza que recuerda al autor del tango de los duros antiguos, niños y niñas del barrio podrán jugar, en teoría, sin problemas. Aunque no podrá ser en horario hostelero, claro.

La edil expuso que “para nosotros es fundamental crear espacios de convivencia donde los niños y las niñas sientan que esta es su ciudad. Se sientan ciudadanos de primera, en espacios públicos donde se encuentren tranquilos y puedan socializar”. El Ayuntamiento maneja un listado de lugares donde hay carteles que prohíben el juego y Garrón admitió que “en el centro es donde más hay, incluso hay varios carteles en la misma plaza”.

Llegados a este punto es justo recordar que esta iniciativa nació -era por mayo de 2021- en una clase de Educación Física de 2º de Bachillerato en el IES La Caleta. Con Juan, el profesor, a la cabeza y los alumnos defendiendo que los carteles están “colocados bajo la voluntad y el arbitrio de cualquiera”. Querían acabar con los carteles que citaban a leyes inexistentes y que amenazaban con multas. Contra esos carteles, los estudiantes colocaron los suyos, ‘Juega y Respeta’, y exigieron al Ayuntamiento la retirada de los ya obsoletos. Ha sido este miércoles cuando el proyecto de los alumnos empezaba a convertirse en realidad. La pelota está ahora en el tejado del Consistorio.

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