Palomas urbanas

El Ayuntamiento de Cádiz pretende reducir en un 60% la población de palomas

  • Crece la indignación de  hosteleros, comerciantes y vecinos por los problemas que están causando

Palomas picoteando en una mesa de una terraza de la Plaza de la Catedral.

Palomas picoteando en una mesa de una terraza de la Plaza de la Catedral. / Marcos Piñero

El Ayuntamiento de Cádiz pretende reducir la población de palomas urbanas en un 60% mediante la dispensación de pienso anticonceptivo, la instalación de palomares ecológicos y al fin reconoce que con "capturas puntuales" de aves para su sacrificio, informaron a este periódico fuentes municipales.

Las mismas fuentes aseguran que los dos dispensadores de pienso anticonceptivo están instalados desde hace unos diez días en el Paseo de Canalejas y en los Depósitos de Tabacos y que los palomares ecológicos se montarán la semana que viene en Canalejas y la Plaza de Santa Ana. El Consistorio hace hincapié en que ambas medidas han sido consensuadas con colectivos ecologistas y animalistas.

Actualmente la población de palomas superaría los 10.000 ejemplares, si damos por buena la cifra que proporcionaron desde la Concejalía de Medio Ambiente hace tan solo cuatro meses y si se estima que las colonias crecen a una media de medio centenar de aves a la semana.

Fue hace tan solo tres meses cuando el concejal de Medio Ambiente en funciones, Álvaro de la Fuente, confirmó a este periódico que había fracasado el plan de capturar y enviar a "un paraje natural" del Levante español nda menos que unas 5.000 palomas. Las empresas que debían llevarlo a cabo no pudieron documentar ni el lugar a donde serían trasladadas ni las condiciones de transporte de los animales.

Este fallido plan, que tuvo un eco mediático espectacular -lo publicó la BBC, la CNN y hasta The New York Times-, se anunció a finales de noviembre de 2018. Pese a la insistencia de este periódico en conocer detalles de cómo se pretendía poner en marcha, no fue hasta principios de marzo de 2019 cuando el concejal reconoció que era absolutamente inviable.

mediados de abril de este mismo año la teniente de alcalde Ana Fernández informa de la compra de los dispensadores de pienso anticonceptivo y de los palomares ecológicos, además de la renovación de la concesión del servicio de control de la superpoblación a la misma empresa que no pudo ejecutar el plan de destierro de las aves. Pero el Ayuntamiento nunca informó en qué consistiría ese servicio de control ni de que volverían las capturas de animales en masa para sacrifricarlos.

Indignación entre hosteleros, comerciantes y vecinos

Mientras se reanudan las capturas de aves bajo las críticas de colectivos animalistas, crece la indignación entre hosteleros, comerciantes y vecinos, por las molestias que siguen causando.

Los principales damnificados siguen siendo los hosteleros de la Plaza de la Catedral que disponen de terrazas. Las palomas siguen campando a sus anchas y picoteando en las mesas hasta el punto de llegar a romper copas, vasos y platos, mientras se acumulan decenas de quejas.

Las palomas se cuelan en bares y en comercios, como un establecimiento que vende frutos secos y garrapiñados en la calle Compañía. "A veces tenemos que tirar a la basura planchas enteras de guirlache", se queja una de las empleadas.

Y en algunas calles donde hay o ha habido fincas abandonadas, la situación ha llegado a ser insostenible, tal y como relata una vecina de la calle Obispo Urquinaona: "Llegaron a concentrarse cientos de ellas, muchas se morían y se las comían las ratas".

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