N ensaladillista, partidario de la rama clásica del ensaladillismo, ya me advirtió que tenía que acercarme hasta la Venta El Cotín para probar la ensaladilla. Tengo tanta devoción por la ciencia que allá fui para comprobar la alerta tapatológica y me encontré efectivamente con una ensaladilla a la vieja usanza, presentada al pegotón, en plato de los de café matinal y bien alimentá de mayonesa. Lleva sus pimientos morrones, bien picaitos, y poco más. Sabe a ensaladilla antigua, de esas contundentes, pero que te comerías sin problemas siete fuentes y sus correspondientes picos. Para los que no estén puestos en Ventas, El Cotín está en Chiclana, en la carretera que va desde el Balneario de Fuente Amarga hasta el Novo Sancti Petri. En una de las rotondas está señalada, la venta, no la ensaladilla.