El Atlántico se baña en piropos
nuevas plazas hoteleras La cadena Paradores abre el establecimiento a la ciudadanía
Centenares de personas acuden a la jornada de puertas abiertas del Parador, que causa admiración tanto por sus instalaciones como por sus vistas · El hotel recibirá hoy de forma oficial a sus primeros clientes
"¡Uy, uy, uy, qué cosa más bonita. Qué preciosidad!". Fue inmediato. Un pie dentro, un vistazo al frente, y esas palabras salieron flechadas de su boca. Anonadada. Pepa quedó anonadada nada más entrar en el nuevo Parador Atlántico. La gaditana fue una de las primeras personas que ayer, durante la jornada de puertas abiertas del complejo hotelero, visitó sus instalaciones en compañía de una azafata y tras recibir el afectuoso saludo de bienvenida del director del establecimiento, Eduardo Oriola.
El grupo integrado por Pepa y otras veinte personas comenzó su incursión en el Atlántico a las once de la mañana. Un Atlántico que en su vestíbulo recrea el océano con la ayuda de lámparas que asemejan algas, de cortinas blancas y onduladas que recuerdan espumosas olas, y de mármoles vetados en un tono verde mar que visten algunas de las paredes. "¡Qué bonito!". "¡Qué preciosidad!", fueron intercalando los integrantes de ese grupo pionero entre las explicaciones de la guía.
Rostros expectantes, palabras de admiración y cámaras fotográficas y teléfonos móviles apuntando hacia todas las direcciones. Y la incursión no había hecho más que comenzar.
Del vestíbulo pasaron a la zona de los salones, haciendo antes una parada frente a otra puerta de entrada ubicada en el lateral izquierdo del Parador. Este acceso está destinado a aquellas personas que, sin ser clientes, acudan al edificio para hacer uso de algunos de los salones. "Los ocho salones están equipados con las últimas tecnologías, y pueden unirse al estar divididos con paneles móviles. En estas salas se podrán celebrar distintos tipos de eventos, como convenciones y bodas", informó la azafata antes de seguir el recorrido y abandonar el inmueble por una puerta trasera, que comunica directamente con ese nuevo balcón al mar que es el paseo de Santa Bárbara. "¡Mira qué vistas!", dijo señalando al mar una señora a su esposo nada más divisar el acuoso horizonte.
Una vez saciadas de mar las miradas, los ojos de los visitantes se pasearon por la estructura del edificio. "No es tan feo, lo que pasa es que es un edificio moderno, del siglo XXI", compartió uno de los visitantes con el resto del grupo.
Atrás dejaron las elegantes terrazas del restaurante 'Bahía de Cádiz' y del bar-tapería 'La Tacita del Atlántico', y regresaron al equipamiento hotelero por otra puerta que comunica con la Avenida del Atlántico, un amplio pasillo en el vestíbulo que conecta la ciudad con el paseo de Santa Bárbara y en el que se han habilitado ocho locales comerciales que están a la espera de dueños y mercancía. 'Consulte la disponibilidad de estos locales comerciales en cadiz@parador.es', se lee en cada una de las puertas de estos establecimientos.
La visita prosiguió escaleras arriba. Una sala de reuniones equipada con las últimas tecnologías y decorada con mucho gusto siguió abriendo bocas. Un amplio y acristalado comedor que cuenta con una terraza exterior que asoma al inmenso azul arrancó un "¡Qué bastinazo!". Pero sin duda, fue la magnífica terraza-solarium, con sus apetecibles piscinas, lo más celebrado y aplaudido por los asistentes. "¡Es impresionante!", "¡qué buenas piscinas!", "¡qué vistas, si se ve hasta el castillo de San Sebastián!", "desde esta altura parece que estamos flotando sobre el mar, ¡es increíble!"...
La azafata proporcionó la información pertinente sobre las cinco piscinas, el spa y la zona de tratamiento mientras recorría la entreplanta de punta a punta. Y a su paso por el bar ofreció a los visitantes un refresco. Con esta invitación concluía la visita por este flamante hotel de cuatro estrellas que hoy recibirá de forma oficial a sus primeros clientes.
El balance general de la jornada de puertas abiertas fue muy positivo tanto para el Parador, que recibió la visita de centenares de personas, como para los ciudadanos que acudieron a la cita. No obstante, algunos se quedaron con las ganas de curiosear las habitaciones. Clara, oriunda de León y gaditana de adopción durante los veranos desde hace 30 años, se quedó ayer con esas ganas, pero le pondrá remedio pronto: "Si no puedo hospedarme en el hotel este fin de semana porque todas las habitaciones están ya reservadas, intentaré venir en Navidad. Es que éste es un Parador especial", sonrió.
Un Parador en el que el "gaditano, caletero y viñero" Manuel Martín también tiene intención de hospedarse "al menos un fin de semana", porque "esto está de lujo. Hay que venir a disfrutarlo".
También te puede interesar
Regístrate para recibir este boletín quincenal que abundará en una idea de la que se habla poco: tener críos puede ser muy divertido.
Contenido ofrecido por CEU en Andalucía