El chiringuito Albarrosa ha abierto sus puertas en la localidad gaditana de Chiclana de la Frontera con el objetivo de relucir el protagonismo de la tradicional playa de La Barrosa. Su apertura, que se vio afectada por la crisis sanitaria de la Covid-19, da el pistoletazo de salida a un establecimiento que abrirá sus puertas más allá de la temporada de verano.

Con la colaboración del Restaurante Marisquería Casa Bernardo, Albarrosa busca abanderar la 'Marca Chiclana' a través de un proyecto con objetivos claros. Entre ellos, según ha informado la organización en una nota de prensa, promover y defender el producto autóctono para poner en valor los recursos costeros.

El establecimiento, con novedosos sistemas en materia de accesibilidad, ha impulsado un modelo de negocio tradicional para convertirse en un espacio para familias y también para otros negocios costeros clásicos. Además de un espacio dedicado a la restauración, prevé acoger actividades culturales y sociales en sus instalaciones.

Impulsando la creación de 20 empleos directos, la sostenibilidad es otra de las piezas claves de Albarrosa. Muca Patrimonial, compañía que gestiona el establecimiento, ha realizado una inversión de casi 20.000 euros en paneles solares para el autoabastecimiento. A todo ello, se suma su objetivo de desarrollar un Plan de Sostenibilidad Medioambiental que proteja el entorno en el que se encuentra Chiclana de la Frontera y que aleccione a la sociedad en su conservación, para que la playa de La Barrosa siga siendo por muchos años valorada como una de las mejores de España.