Airbus doblará la actividad y el empleo hasta 2010 para agilizar las entregas

La industria auxiliar será la destinataria de este incremento de actividad "lo máximo que pueda y lo que no, lo tendremos que asumir nosotros", según Hita. La ampliación de la planta de Puerto Real dependerá del grado de externalización

El gigante A380 seguirá siendo el filón comercial de mayor valor de Airbus para el futuro, junto al nuevo modelo A350.
Beatriz Revilla Seco / Cádiz

16 de abril 2008 - 01:00

Airbus tiene sobre la mesa el doble de pedidos de aviones de los que industrialmente es capaz de producir y, según la nuevas directrices, será capaz de producir anualmente. "Más del doble y cada vez más tardíos. Es un hecho". La causa es la avalancha de contratos registrada en los últimos años por el boom que la aviación comercial ha experimentado en todo el mundo y, especialmente, en España. La situación: tanto la europea como su competidor Boeing se enfrentan a un cuello de botella que provoca, por ejemplo, que las primeras entregas del A350 no se vayan a producir hasta 2016 ó 2017. Solución: crecer fuera, buscar socios, prepararlos y situarlos al nivel cualitativo y cuantitativo que exige la industria aeronáutica.

Esta imparable transición llevará a Airbus España a aumentar un 250% su producción y un 200% su empleo hasta 2010, según anunció ayer su presidente, el cordobés Manuel Hita, quien ayer remarcó la firme intención de la compañía de derivar el máximo posible de incremento de actividad hacia el sector auxiliar. Al menos "hasta lo que pueda absorber", lo mismo que ocurre con la nueva carga de trabajo del A350, y lo que no pueda, "lo tendremos que asumir nosotros", según concluyó el responsable nacional en una convocatoria organizada en Madrid para presentar los estudios elaborados por la compañía sobre "Previsiones de mercado 2007-2026" y "Eco-Eficiencia: la visión de Airbus".

La estrategia promovida por la propia empresa aeronáutica es crear cluster de proveedores unidos, fuertes -financiera, técnica e industrialmente-, como es el caso del consorcio Sacesa, fundado en esta ex sociedad pública y liderado a partir de ahora por el grupo vasco Alcor y el catalán Filosa. "Vamos a ver su capacidad, seguirlas de cerca y ayudarlas" en este proceso de absorción de parte de la producción", aseveró Hita. Y del margen que alcancen estas empresas en la contratación de grandes paquetes de producción dependerá la ampliación de la planta de Puerto Real, ligada desde hace años al nuevo A350, según Hita. Hasta que no se conozca la distribución industrial resultante de este programa, así como la progresión de incremento de entregas en todos los aviones actuales, no se conocerá el futuro definitivo de la factoría ubicada en el polígono Trocadero.

Y es que además del lanzamiento del nuevo aparato, Airbus España se ha marcado también los retos de ampliar la cadencia de salidas del resto de aviones actuales, todos con presencia en la Bahía: en el A320 se pasará de 34 a 40 mensuales; en el A330 y A340 se saltará de siete a diez u once; y en el A380 se alcanzará el ritmo de cuatro unidades, más del doble del ritmo actual de "una y algo", explicó Hita.

De esta forma harán frente a varios años de "crecimiento sostenido" de la aviación comercial y de la demanda de las aerolíneas que culminó en 2007 con un récord histórico de pedidos de Airbus y, en general, de la construcción aeronáutica mundial. La compañía europea recibió un total de 1.458 encargos -1.341 en términos netos al restar las cancelaciones-. Este enorme volumen de contratación situó la cartera de contratos al final del ejercicio en los 3.421, un nuevo hito comercial como también lo fue la cantidad de entregas, 453 -lo que da muestra del actual constreñimiento industrial de la empresa si se compara con el millar largo de solicitudes que ha firmado todos los últimos ejercicios-. "Ha sido un año complicado pero de grandes triunfos", acertó a concluir el vicepresidente de Relaciones con el Cliente para España de Airbus, Rafael Alonso, durante el acto celebrado en el Hotel Wellington de la capital madrileña.

Con estos grandes guarismos Airbus pretende mantener su ligero margen sobre su gran competidor, el estadounidense Boeing, aunque Alonso reconoció que ambos constructores permanecerán en un reparto de cuota del negocio de entre el 40% y el 60% porque ninguno de los dos es capaz de asumir una actividad por encima de este límite. Un equilibrio que hace algo más de un decenio resultaba impensable o, al menos, increíble para Airbus. En el año 1995 fabricaba un 19% de los aviones del mundo y cuatro años después conseguía igualarse con los americanos. Desde entonces y con la excepción de 2006, la europea ha logrado preservar un ligero colchón de ventaja que pretende mantener.

Un horizonte de producción y costes en el que también será clave el medio ambiente, según quiso destacar la compañía, que ya prueba el queroseno como combustible alternativo al petróleo, ha descubierto que el 85% de sus aviones puede reciclarse y se ha marcado los retos de reducir el consumo de energía en un 30% y de emisiones de CO2 a la mitad como claves para reducir costes y poder aumentar la inversión en tecnología.

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