"Ahora que estoy fuera se empieza a reconocer mi trabajo"

-¿A qué se dedica Robots Can Cry, la empresa que creaste en el año 2010?

-Robots Can Cry se dedica al diseño de animatrónica y al desarrollo de tecnología para empresas de efectos de criaturas. Normalmente trabajo como freelance, pero también llevo a cabo algunos trabajos desde Cádiz.

Por explicarlo un poco, la animatrónica es el área de la creación de personajes que se encarga de desarrollar los mecanismos internos. Mucha gente piensa que hacemos robots, pero no es así. La animatrónica está orientada más a la imitación de la anatomía, no necesitamos que piensen, nuestro fin es que parezcan vivos. Ya que no tienen 'inteligencia', podríamos decir que son marionetas tremendamente complejas.

En mi día a día trabajo con gente que salió del taller de Jim Henson, así que mi línea de trabajo es no perder de vista lo que estos señores hicieron cuando yo era un mocoso y me sentaba delante del televisor, pero dándole un toque actual.

-¿Cómo un joven gaditano como tú ha acabado trabajando en animatrónica en Londres?

-Pues la verdad es que ha sido un proceso largo y bastante duro. Comencé compaginando una pequeña productora con la que hicimos el service de 'Alatriste' y 'Manolete' en Cádiz con mis estudios en la Escuela de Ingeniería; estudios que no llegué a terminar digamos por falta de interés por los temarios académicos que se impartían. Curiosamente nunca aprobé las asignaturas dedicadas a los mecanismos ni a las estructuras.

Mi meta al principio no era llegar hasta aquí, empecé queriendo irme a Madrid. Estuve allí trabajando dos años en una empresa de efectos físicos (humo, fuego...) pero aquello no era lo mío. Siempre tuve claro qué rama me gustaba, así que se dieron las circunstancias, conocí gente que trabajaba en Londres, empaqueté mis cosas y me volví a casa de mis padres a preparar un buen portafolio de trabajos. Desde que volví de Madrid hasta que conseguí el primer trabajo en Londres no pasaron más de cinco o seis meses.

Algo que incluso alguna persona allegada no sabe es que yo realmente vivo aquí, concretamente en Chiclana. La gente me hace viviendo por el mundo. Mi Facebook parece un anuncio de líneas aéreas, pero tras cada trabajo vuelvo a casa a descansar con mi pareja y a preparar otro embrollo.

-¿Cuándo llegaste a la ciudad inglesa y cómo fueron tus inicios profesionales?

-Pues llegué por primera vez en marzo de 2010 y fue para dos semanas. Volví a Cádiz y al mes me llamaron para tres días. Está claro que no era rentable económicamente, pero lo importante era dejarme ver. Y así, poco a poco, fui enganchando trabajos, empezó a correrse la voz y algún taller español se lanzó a probar.

Actualmente trabajo un 70% fuera y un 30% aquí. Partiendo de la base de que la animatrónica a ese nivel no existía como tal en España, es mucho lo que se ha conseguido.

Mientras estoy en Londres intento que la ciudad no me coma, porque es realmente complicada. Tenemos una buena pandilla de amigos que nos dedicamos al cine de ciencia ficción, así que cada vez que nos juntamos la conversación suele acabar en cotilleos sobre nuevos proyectos que se escuchan, últimos fichajes o pruebas que se están haciendo para lo que está por venir, aunque más de una vez hemos tenido que bajar el tono por la confidencialidad.

-¿Cómo está el diseño de animatrónica en España? ¿Te has sentido valorado en tu país?

-En España como te decía vamos abriendo brecha. Ahora quiero empezar con una producción propia en formato serie protagonizada solo por personajes animatrónicos, veremos en qué queda. Valorado, pues como ejemplo ilustrativo, cuando le dije a mi jefe en Madrid que quería dedicarme en exclusiva al diseño de animatrónica me contestó que eso en España era como ser técnico de globos chiripitifláuticos, una forma muy poética de decirme que me dejara de tonterías y me pusiera a trabajar.

Para ser honesto, ahora se empieza a reconocer un poco, pero solo porque trabajo para fuera.

-¿En qué áreas has trabajado con mayor frecuencia?

-Bueno, he hecho un poco de todo, principalmente cine y televisión, aunque también hemos creado para Zero SFX la tecnología de Biri Biri, el nuevo personaje del canal infantil de TV3 y por ejemplo la publicidad de ING en Turquía, donde estuve como encargado de la animatrónica en rodaje para la empresa del supervisor de criaturas de 'Furia de Titanes'.

-En la actualidad colaboras con la serie Doctor Who, que acaba de cumplir 50 años. ¿Cómo empezaste a formar parte de este proyecto? ¿Qué supone para ti pertenecer a una serie de culto?

-Con Doctor Who no estoy de forma permanente, me llaman para algunas criaturas. Como comentaba, aquí en Inglaterra no es normal que la gente esté contratada, así que casi todo el mundo es autónomo. Tanto el sistema de trabajo como los impuestos favorecen el autoempleo.

Respecto al 50 aniversario, está siendo una locura. Yo estoy en el taller pero con otro proyecto para cine, lo que no quita que constantemente tenga que estar retirando mi mesa porque van a sacar a algún personaje o porque algo llega para prepararlo para la cita. El fin de semana pasado, que fue la fecha del aniversario, había gente del taller distribuida por varias fiestas, recepciones y eventos, toda una locura. Algunos compañeros fueron al cine a ver el episodio de aniversario, pero yo me tuve que quedar trabajando hasta tarde, una pena.

La verdad es que no te das cuenta de que perteneces a algo especial, es tu día a día y por muy mágico que sea tu mente está en las fechas de entrega, en los problemas cotidianos... Entonces llega el sábado y sales con los amigos a dar un paseo y a visitar alguna tienda de cómics y ves las estanterías llenas de juguetes, las camisetas con los personajes con los que trabajas a diario y ahí es cuando te das cuenta de que algo especial hay.

-¿De qué trabajo te sientes más orgulloso?

-Eso es como preguntarle a un padre a cuál de sus hijos quiere más. Cada uno de ellos tiene algo especial, porque a medida que los "pares" van cogiendo personalidad, algunos son rebeldes, otros mas dóciles... Quizás Biri Biri haya sido de esos personajes que han salido sin contratiempos y lo hemos realizado entre tres personas de cabo a rabo; es el primero que lleva el legado aprendido en Londres y tengo que decir que los clientes están encantados con él.

Ahora mismo estoy con una superproducción protagonizada por Daniel Raldcliffe, más conocido como Harry Potter y por James McAvoy, lo que es bastante divertido a la vez que tremendamente estresante.