La AMPA denuncia el tráfico en la entrada del colegio María Milagrosa

El Colegio María Milagrosa, ubicado en la calle Sagasta, vive desde el año pasado una situación peculiar. Hasta esa fecha los alumnos entraban y salían por la calle Circo, pero desde que el Obispado decidió hacer uso de parte del terreno que posee en esa dirección, el acceso al centro se ha dividido. Por la calle Circo siguen entrando los niños de Infantil y 1º, 2º y 3º de Primaria y por la calle Sagasta los de 4º, 5º, y 6º.

Esta situación alarmó a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y a la antigua directora, que mandaron un escrito conjunto al Ayuntamiento para que en este curso se tomaran medidas para paliar las molestias y peligros que podrían derivarse del paso del tráfico.

Según el padre de una alumna, "hemos demandado que se ponga una señal para que, a la entrada y salida del centro, se desvíen los coches por la calle La Rosa. También pedimos que una patrulla se apostara en las confluencias de ambas calles para desviar el tráfico y que se colocaran unos hitos para impedir el aparcamiento en las aceras".

Según este integrante de la AMPA, "hasta ahora no se ha hecho nada. Vino un policía municipal un día y nada más. Consideramos que es un peligro que la entrada y salida de unos 70 niños se vea rodeada de coches y motos".

Por su parte, la actual directora del centro, Sor Antonia Huelva, resta importancia al asunto porque "el año pasado entraban todos los niños por la calle Sagasta y se formaba un tapón en la puerta, pero este año hemos decidido que solo lo hagan los alumnos de 4º, 5º y 6º de Primaria, que además pueden hacerlo de 08.45 a 09.00 horas para evitar colas".

Además, según la directora, un Policía Local controla el paso de vehículos durante este tramo horario.

A la salida, cuenta que tampoco se producen problemas porque "salen primero los alumnos de 4º, luego los de 5º y al final los de 6º. Quizá los padres podrían ayudar si no se agolpan en la puerta y dejan espacio".

Sor Antonia Huelva cree que "sería peor que todos los alumnos accedieran al colegio por la calle Circo, porque al ser esta calle tan estrecha se crearían más embotellamientos".