Son una gamba pero como preparada para ir a pasar un fin de semana a Sierra Nevada cuando está nevando. Las gambas con bechamel son un clásico de la tapatología pero es complicado encontrar versiones sobresalientes sin que lleven gambas de esas congelatis que encogen más que un yersi malo. En otras ocasiones encuentran bechameles marca “cemento armao” de lo contundentes que son y también afecta a la tapa el mal de que estén aceitosas por no haberse frito a al temperatura adecuada.

Pero afortunadamente estos tres casos no tienen ningudo de esos defectos. Llevan dentro gambas buenas o incluso langostinos, la bechamel es para “becharla” mucho y la fritura es crujientita…evidentemente sin panko ni “pankopamlinas”…pan rallao y huevo, que es lo suyo.

Estas son las tres grandes versiones de las gambas con bechamel que hemos encontrado en la provincia de Cádiz.

• Las gambas con bechamel del restaurante La Tasca de Jerez. Todo un clásico del establecimiento donde se sirven desde 1975. Las seleccionan una a una porque tienen que tener un tamaño determinado para que salgan en su punto. La foto, el precio y más datos de esta tapa, aquí.
• Los langostinos con bechamel al ajillo de Casa José Luis de Puerto Real. Acaban de estrenar el plato en el establecimiento. Francisco Andrades le añade a la bechamel los ingredientes de unas gambas al ajillo: ajito picado y un poquito de guindilla, con lo que llevan un puntito de picante de lo más agradable. La foto, el precio y más datos de este plato, aquí.
• Las gambas con bechamel del bar Los Cazadores de Villamartín. En la Sierra de Cádiz este bar ofrece una versión sobresaliente de esta tapa. La cocinera Maribel Clavijo consigue una bechamel cremosa. Atención porque llevan hasta su palillito de dientes...un detalle arqueotapatológico. La foto, el precio y más datos de este plato, aquí.