La “ocena” siempre ha sido la unidad de medida de las pastelerías de Cádiz y doce son también las uvas que nos tomamos para celebrar el nuevo año. 2020 es especial, sin duda alguna y por eso te proponemos también algo especial, que celebres las fiestas con una “ocena” de dulces de Cádiz, que sean, así, tus peculiares campanadas de este año que nunca podremos olvidar.

1. Los mazapanes de Okay (Campo de Gibraltar)

Esta firma del Campo de Gibraltar. Creada en 1961, tiene fama por sus mazapanes. El surtido es amplio y los tienen de varias formas y con rellenos diferentes. Además tienen los borrachuelos, un dulce típico del Campo de Gibraltar muy parecido a los pestiños, pero cuya masa está hecha con aceite de oliva, panellets de piñones, yemas, pasteles de Gloria, alfajores, hojuelas (parecidas a las tortas de Chiclana pero más grandes), pan de Cádiz, o los souflés. Más información en pasteleriaokay.com

Pastelería Okay.

2. Las empanadillas de Sobrina de las Trejas (Medina)

Una de las pastelerías más antiguas de España, fundada en 1852 y desde entonces en manos de la misma familia, los Mesa. Su surtido de especialidades es muy amplio. Desde sus alfajores, amparados ya por el sello de indicación geográfica protegida que otorga la Unión Europea, hasta sus tortas pardas o los amarguillos. Hoy nos detenemos en otra especialidad, menos conocida, pero especialmente exquisita, las empanadillas de yema, una especie de mazapán fino y blandito rellenos de una fundente crema de yema de huevo. Más información en lastrejas.com

Empanadillas Las Trejas.

3. Los pestiños de la pastelería Jesús (Jerez)

Es una de las estrellas de la Navidad. De este dulce existen multiples versiones, desde los pequeñitos que se comen de un bocado hasta las tortas de grandes dimensiones. Los hay rellenos y que se espolvorean con azúcar o con miel. Nos centramos en estos, pequeños de tamaño pero grandes de sabor de la pastelería Jesús de Jerez. Más información en pasteleria-jesus.es

4. El Turrón de Cádiz de Pepe Rueda (Cádiz)

El turrón de Cádiz es uno de los dulces navideños propios de la provincia. Según el investigador gastronómico gaditano, Manolo Ruiz Torres, tiene su origen en el siglo XIX y esta mezcla de mazapán con frutas se ha convertido en uno de los iconos de la Navidad gaditana. Uno de los maestros pasteleros que lleva más años haciéndolo es Pepe Rueda, que ahora lo elabora en su pastelería del barrio de Loreto en Cádiz. Tiene despacho en la plaza Virgen de Loreto y en la calle Ancha de Cádiz.

5. Los borrachuelos de La Plata (Los Barrios)

En Los Barrios, como en otras poblaciones del Campo de Gibraltar, se le llama a los pestiños borrachuelos. Su composición es muy parecida y la de borrachuelo es una denominación que también se utiliza en la zona de Málaga, limítrofe con el Campo de Gibraltar. La pastelería La Plata, situada en pleno centro de la localidad, tiene fama por la elaboración de este dulce, que se aromatiza con vino fino y zumo de naranja. Más detalles en pastelerialaplata.es

Borrachuelos La Plata.

6. Los mantecados de La Perla (El Puerto)

Una versión sublime esta de los mantecados que hace la confitería La Perla de El Puerto. La familia Ojeda logra una masa que se deshace en la boca, con el punto justo de azúcar. Son de pequeño tamaño, de los que se comen en dos bocados y por encima van cubiertos de una fina capa de azúcar. Tienen despacho en la avenida Juan Melgarejo.

Mantecados La Perla, El Puerto.

7. Las duquesas de La Merced (Sanlúcar)

Son unos mantecados de pequeño tamaño. Los hacen con avellanas o con almendras. Todos van cuidadosamente envasados, uno a uno, en unos encantadores papeles de color dorado o plateado con el logotipo de esta pastelería fundada en 1947. Ya que estás allí no te pierdas tampoco los pestiños. Se pueden comprar duquesas y pestiños en Casaguerrero1947.com

Duquesa - Casa Guerrero.

8. El bienmesabe de Juan Moreno (Villamartin)

Era el dulce que el patriarca de los Moreno preparaba para la familia en Navidad. Hacía unas tortas de mazapán y las rellenaba con la famosa crema pastelera de la casa, la misma de sus afamados torpedos. Sin embargo, los amigos, la fueron probando, la bautizaron con el nombre de bienmesabe y el público comenzó a pedirlas. Al final el dulce de la familia se ha convertido en una de las estrellas de la casa durante las fiestas. Más detalles en Confiteriajuanmoreno.es

9. Los bombones de Tres Martínez (Barbate)

La Confitería Tres Martínez de Barbate dedica una edición limitada de sus bombones al pintor Salvador Dalí. Se trata de unos dulces muy coloridos, cuyo acabado recuerda a unas pinceladas. Por ese motivo, se les ha bautizado con el nombre de un pintor y en esta ocasión han querido homenajear al genio surrealista. Tienen sabores y formas diferentes y van en cajas de 10 o 20 unidades. Más información en Tresmartinez.com

10. Los roscos de naranja de Mezclas y Sabores de Alcalá (Alcalá de los Gazules)

Este obrador jandeño tiene una colección de lo más interesante de dulces artesanales. No hay que perderse sus magdalenas o sus tortas y también elaboran unos pequeños rosquitos que aromatizan con naranja y que luego cubren con azúcar. Los rosquitos los tienen por encargo y también venden incluso la masa para que tú los hagas en casa, lo que puede ser también una actividad de lo más divertida. El despacho de Mezclas y Sabores está en la avenida de la Constitución numero 10.

11. Los negritos de la confitería Orozco (Algodonales)

Más de 100 años tiene la pastelería Orozco de Algodonales y una de sus especialidades más antiguas son estos “negritos” un dulce que aunque se hace todo el año es perfecto para culiminar las comidas navideñas. Lleva una base de hojaldre sobre el que se coloca un bizcocho de canela de color oscuro (de ahí lo de Negrito) y por encima una crema que recuerda al mazapán y que se aromatiza con un toque de coco. El despacho de la pastelería está en la avenida de la Constitución.

12. El ponche de La Tarifeña (Tarifa)

El ponche es una de las creaciones estrella del pastelero José Bernal Blanco y está inspirado en el famoso ponche segoviano que elabora la pastelería El Alcazar de Segovia, de los que son amigos los confiteros tarifeños. Es un mazapán blando que va relleno de una crema de tocino de cielo y otra de las famosas cajillas de Tarifa. Para completar la obra un pequeño baño de brandy de Jerez. Tienen despacho en la calle Nuestra Señora de la Luz número 21.