Salamanca en el año 2005 es el referente más cercano de una Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado celebrada en España. Si se hace una comparativa entre el dispositivo que se organizó para aquel encuentro de líderes en aquella ocasión el cierre de calles fue mucho mayor que el que se va a producir en Cádiz, aunque hay que hacer una salvedad en este caso, y es que la Cumbre se celebraba durante tres días por los dos de la actualidad.

Hay otro dato importante y es que pese a que en materia de seguridad nunca se puede bajar la guardia, el escenario es radicalmente distinto al de hace siete años en cuanto a las amenazas ante el cese de la actividad de la banda terrorista ETA y la disminución de Al Qaeda.

La de Salamanca se iniciaba un jueves, mientras que la de Cádiz lo hace un viernes por la tarde lo que evita multitud de situaciones. Por ejemplo, en Salamanca hubo que cerrar numerosas facultades y colegios que estaban en el casco histórico y sufrieron restricciones durante los días previos, algo que no va a ocurrir en la capital gaditana.

En Salamanca el miércoles ya se encontraba la totalidad del centro cerrado al tráfico, incluso para los taxis. De este modo, el que quería coger uno tenía que andar un buen trecho. Las tiendas y bares tuvieron que aprovisionarse de mercancías en los días previos ya que durante esas jornadas estaba totalmente cerrado el acceso al centro.

En la capital gaditana las restricciones en los días previos se van a ceñir a la prohibición de aparcar en determinadas zonas, es decir, desde el lunes en la plaza de Sevilla y en el tramo del Paseo Marítimo que va entre el Hotel Tryp Caleta y el Playa Victoria, y el miércoles en buena parte de la circunvalación del caso histórico en el tramo que va desde la plaza de la Hispanidad hasta la Glorieta Simón Bolívar.

Por su parte, hasta los mismos días de la Cumbre se va a poder circular en coche por el casco histórico con limitaciones, pero se van a establecer diversos circuitos para que la gente se pueda mover.

En Salamanca se llegó a la situación de que si los servicios funerarios tenían que hacer algún servicio, la empresa tenía que enviar una comunicación a la Policía Local de la ciudad, que los acompañaba posteriormente hasta el lugar en el que tuvieran que hacer su labor.

En cuanto a la seguridad, el cielo salmantino fue sobrevolado por un avión espía AWACS de la OTAN, ocho aviones de combate F-18 y dos helicópteros Cougar, mientras que desde tierra fue vigilado por una batería de misiles Hawk y varias lanzaderas portátiles Mistral del Ejército. En la ciudad, 2.800 miembros de los cuerpos de seguridad vigilaron todos los rincones hasta el domingo. La mayoría de ellos eran del Cuerpo Nacional de Policía (1.500), seguidos de más de 500 guardias civiles y 220 policías locales.

En Cádiz no se ha dicho hasta ahora nada del dispositivo de seguridad, salvo que la totalidad de la plantilla de la Policía Local va a estar disponible los dos días de duración de la Cumbre para colaborar en los desvíos de tráfico, en los cortes de calles y en informar a los ciudadanos.