La sanidad pública empeora con los años. La Atención Primaria no deja de dar bocanadas mientras la atención hospitalaria empieza a dar gritos de socorro. La lista de espera quirúrgica se ha más que doblado desde 2012. Los números son oficiales. Los 55.558 andaluces que estaban pendientes de ser llamados para ser operados en 2012 se han convertido en 122.959 al cierre de 2021. Las fechas tampoco son inocentes. La crisis económica de hace una década trajo consigo una drástica reducción del gasto público que se tradujo en una dramática disminución de los recursos dedicados a la sanidad. La tormenta perfecta ha contado además con una pandemia que ha venido más bien a distorsionar las estadísticas, que no siempre son igual a la realidad.

La situación es "preocupante", que es lo mismo que pasar de los números y los promedios a la realidad cotidiana de los pacientes. Quien describe así la realidad es la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), que ha reaccionado con dureza a la publicación del informe semestral del Ministerio de Sanidad. La Fadsp ha propuesto un plan para mitigar las demoras en las listas de espera quirúrgicas consistente en "una utilización intensiva de los recursos" y "una inversión específica", informa en un comunicado recogido por Europa Press. "El sistema sanitario sigue privatizándose. Hay que cambiar la política sanitaria y hacer un esfuerzo inversor. Los poderes públicos están obligados a garantizar a la población el derecho a la protección de la salud", señala la Fadsp, aludiendo a lo indicado en la Constitución Española.

La sanidad pública ha alcanzado en 2021 el máximo histórico de pacientes esperando una intervención en España, situándose en 706.740 personas el pasado 31 de diciembre. Como ha quedado dicho, 122.959 son andaluces, que no obstante son menos de los 143.886 pacientes que al final de 2018 contaban los días para saber cuándo le harían la prueba de la anestesia. La situación, que no por la bajada de estos tres años deja de ser "preocupante", es particularmente acuciante en especialidades como la cirugía plástica o ginecología. Como promedio, una andaluza debe esperar más de un año para que le reduzcan el pecho (502 días). Para una operación ginecológica, la especialidad que más demora presenta junto a la cirugía plástica, una andaluza debe aguardar 158 días.

La ginecología necesita mejorar

La lista de espera en los quirófanos de ginecología de los hospitales públicos de Andalucía empeora las demoras del resto de las comunidades autónomas. La realidad en esta especialidad no progresa adecuadamente, algo que debería preocupar a los andaluces. Tres de cada diez mujeres tardan más de seis meses en operarse, que es la proporción más elevada de España (31%). Las segunda demora más alta se produce en Cataluña. El 29% de las pacientes catalanas han de esperar más de medio año para ser intervenidas, un porcentaje que se reduce al 15% de las pacientes en Extremadura. En Castilla-La Mancha no hay una mujer que aguarde más de seis meses para entrar en el quirófano.

Con 128 días de promedio, Andalucía no es la peor posicionada en las estadísticas de lista de espera quirúrgica en España. Diferente sucede con las consultas con el especialista. Según el mismo informe del Ministerio de Sanidad, el 10,6% de los andaluces que aguarda una cita con el médico es la mayor proporción de España. Mejor es la estadística de la demora en este mismo apartado de consultas. Por encima de los 105 días de promedio se sitúan los 160 de Aragón, los 118 días de Canarias o los 109 de Navarra.

Sumatorio de listas de espera

Para más inri, tal como explica la Fadsp en el comunicado, las listas de espera son sumatorias, es decir, a la tardanza en Atención Primaria (más de siete días de promedio) hay que añadir la de pruebas diagnosticas (más de 20 días para citas de laboratorio y varios meses en ecografías), más la demora para la primera consulta del especialista (la única que valora el informe del Ministerio de Sanidad), la nueva demora para las pruebas diagnósticas, la demora para la nueva cita con el especialista para conocer los resultados y la demora en la lista de espera quirúrgica, en muchas comunidades autónomas, previa demora para la cita con el anestesista y las pruebas prequirúrgicas.

"Un mar de esperas que superan frecuentemente el año y, en algunos casos, los dos años. Totalmente intolerable", critica la Fadsp.