El presunto cerebro de la trama de corrupción en Marbella (Málaga), Juan Antonio Roca, ha negado que financiara sus sociedades y los negocios que éstas realizaban con dinero malversado del Ayuntamiento o procedente de empresarios, aunque sí ha reconocido que mantenía relaciones comerciales con algunos de los que están acusados en la causa; asegurando que demostrará en este proceso que sus empresas utilizaban "dinero lícito" y no de procedencia delictiva.

Roca ha terminado de contestar a las preguntas del segundo bloque del juicio del caso 'Malaya' realizadas por el fiscal Anticorrupción, que sostiene que éste logró amasar un "importante" patrimonio, coincidiendo con la época en que estuvo ligado al Ayuntamiento", algo que "no puede justificarse sobre la base de rentas lícitas conocidas ni con ingresos de su unidad familiar", al haber un desequilibrio "descomunal", por lo que le acusa de blanquear 240 millones de euros.

"Entre los años 1991 y 2004, las sociedades se han financiado con dinero procedente de fondos lícitos y producto de actividades y negocios que la Sala determinará si son lícitos o no", ha manifestado el principal acusado, quien ha reiterado que ese dinero viene del ámbito de su actividad empresarial y no de una presunta actividad delictiva de carácter económico, en la que, según el ministerio público, éste ha estado inmerso entre 1991 y 2001.

En este sentido, el fiscal le ha preguntado por la sentencia del caso 'Saqueo I' y si el producto de esta malversación lo utilizó para financiar el ingreso en metálico en sus sociedades, lo que Roca ha negado, indicando: "no me quedé ni con una sola peseta por la que me han condenado". También ha rechazado haber utilizado otros fondos que supuestamente fueron malversados, por lo que está acusado en otro procedimiento en la Audiencia Nacional.

También se le ha preguntado por las causas que se instruyen por convenios supuestamente irregulares y ha apuntado que "a día de hoy no hay acusación contra nadie por haberse apropiado de ni una sola peseta" en esas diligencias judiciales. Ha lamentado que se pretenda sostener que "el señor Roca era delincuente desde que nació y no tenemos que demostrar nada de lo que ha hecho".

Respecto a los empresarios, al mostrarle la contabilidad de Maras Asesores, donde constan iniciales que supuestamente se corresponden con pagos de éstos, ha admitido que "hay empresarios con los que he mantenido relaciones", como, ha dicho, Fidel San Román y Ávila Rojas, "y otros con los que no he mantenido ninguna", aunque no ha querido admitir esas estadísticas como buenas hasta que no lo haga la persona que las hizo, el también acusado Salvador Gardoqui.

Ha sostenido que tuvo relaciones comerciales con la empresa Aifos, pero ha insistido en no reconocer ninguna de las supuestas aportaciones de dinero hasta que el autor de esos cuadros reconozca que los realizó "y que responden a la realidad", al indicar que no los hizo y esos documentos no se le intervinieron a él. Ha dicho que no ha tenido relaciones con Carlos Llorca, un procesado que está declarado en rebeldía.

Ha insistido en que los fondos utilizados para constituir sus sociedades y el dinero de su patrimonio proceden de su actividad empresarial y ha reiterado que antes de llegar al Ayuntamiento tenía un patrimonio que luego invirtió en crear nuevas empresas que desarrollaron operaciones inmobiliarias, asegurando que los ingresos en efectivo "están justificados". "Parece que hay una bolsa de dinero entrando en las sociedades y no es cierto", ha dicho.

Seguridad

Respecto a la contratación de otro de los acusados, Jaime Hachuel, para temas de seguridad, ha indicado que lo hizo inicialmente por el riesgo a un posible rapto de su hijo, ya que recibió una amenaza, siendo éste "el objetivo primordial", aunque luego también se encargó de instalar y montar los sistemas de seguridad en inmuebles del grupo, asegurando que había sufrido "más de un robo" en algunas de sus sociedades.

Sobre la adquisición de teléfonos, que llevan determinadas referencias, ha identificado a quien correspondía cada uno, aunque ha dicho respecto a él: "yo nunca me he llamado Alfa Cero". Esos ocho terminales, "pocos", ha dicho, para los trabajadores que eran, se compraron encriptados "porque en Marbella era muy típico por los periodistas grabar conversaciones de personajes públicos", de hecho, habían grabado a la entonces alcaldesa, ha señalado.

Ha negado que la intención fuera que no se pudieran grabar las conversaciones de cara a evitar procedimientos judiciales, alegando que "hay en el sumario más de 2.000 folios de conversaciones mías". "Fíjese si estábamos bien informados que cuando la Policía interviene en Marbella, salgo en veintiocho mil conversaciones hablando con todo el mundo", ha apostillado Roca, quien ha dicho que dependiendo de donde fuera llevaba unos teléfonos u otros.

Ha analizado, a preguntas del fiscal, distintas sociedades como Helioponto, relacionada con la explotación de un helipuerto; Marbella Airways, que tiene un avión y un helicóptero; Beauty Marbella, propiedad de su mujer, de la que tenía separación de bienes, y empresas afincadas en el extranjero, como por ejemplo en Singapur, justificando los negocios realizados por éstas. También se ha desvinculado de dos sociedades afincadas en las Islas Vírgenes.

Tras el interrogatorio del ministerio público, el presunto cerebro de la trama ha contestado a preguntas del abogado del Ayuntamiento de Marbella y también ha respondido al letrado de la Junta de Andalucía, por lo que este miércoles continuará el interrogatorio a cargo de la última acusación, la Agencia Tributaria, y todas las defensas.