Las tumultuosas jornadas del lunes y martes en la comisión de los cursos de formación han dejado una resaca evidente: cada grupo ha pasado a hacer la guerra por su cuenta. Seguro que la cercanía de una nueva campaña electoral tiene mucho que ver en esta estrategia.

Podemos fue el más contundente de todos y aseguró que va a pasar de las palabras a los hechos. Confirmó ayer que va a presentar una denuncia ante el Tribunal Supremo (TS) contra la ministra de Empleo y Seguridad Social en funciones, Fátima Báñez, y otra contra la consejera del Tribunal de Cuentas, María Dolores Genaro Moya, por no acudir el pasado lunes a la comisión de investigación.

Esperanza Gómez, su portavoz adjunta, aseguró que "existen fundamentos jurídicos suficientes" que avalan su denuncia. En concreto, se refirió al artículo 502 del Código Penal: "Los que habiendo sido requeridos en forma legal y bajo apercibimiento dejaran de comparecen ante una comisión de investigación de las Cortes Generales o de la asamblea legislativa de una comunidad autónoma, serán castigados como reos del delito de desobediencia".

Podemos defiende que el informe del Consejo de Estado esgrimido por la ministra para evitar a la comisión "sería válido siempre que se hiciera referencia a la comparecencia de un ministro en una comisión normal para el control político, porque hay una relación de confianza, pero en el caso de la comisión de investigación hay que aplicar el Código Penal, que está por encima de cualquier otra norma".

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, también criticó la decisión de Báñez. "Se ha buscado una excusa muy débil. No ha ido porque no le ha dado la gana", sentenció Díaz. Para la presidenta del Gobierno andaluz, el informe del Consejo de Estado que utilizó la ministra en funciones para no ir al Parlamento no es vinculante "por mucho que clamen y bramen". Con el objetivo de respaldar sus ataques contra Báñez, la jefa del Ejecutivo andaluz garantizó que ella si acudirá a la comisión: "Se preocuparon si iba por la mañana, por la tarde o por la noche, pero yo voy a estar allí; es lo mínimo que merecen los andaluces".

El presidente del PP-A, Juanma Moreno, defendió que Báñez no fuera a la Cámara andaluza porque "no hay ningún precedente en la historia democrática de nuestro país". Además, negó que su postura vaya a obligar a un cambio en la estrategia del PP y que ésta se haya visto debilitada porque la única persona citada perteneciente a su partido haya decidido no atender a la llamada del Parlamento.

Moreno llamó "mamporrero de quinta fila" al portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, quien el martes dijo que si el "plantón" de la ministra "era la sorpresa que había anunciado el presidente de PP-A, como visionario no tiene precio, donde pone el ojo pone la bala".