"Rocambolesca" y "retorcida" fueron dos de los epítetos que utilizó ayer la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, para calificar la denuncia efectuada por el PP contra Manuel Chaves por su supuesta vinculación en el ERE de la empresa A Novo, en el que se habrían detectado 42 irregularidades, por reunirse en mayor de 2005 con representantes de dicha empresa, junto a los consejeros de Trabajo, Antonio Fernández -imputado en el caso que instruye la juez Mercedes Alaya- y de Innovación, Francisco Vallejo, y el director general de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, también imputado y señalado por el PSOE como principal responsable de todas las irregularidades. Para Moreno, los ataques del PP-A sólo responden a la "obsesión" de su líder, Javier Arenas, "con destruir al que ha sido su rival" porque no ha sido capaz de "cicatrizar sus derrotas y todavía le sangran las heridas". La opinión del Gobierno andaluz es que estas acusaciones están en clara relación con la cercanía de las elecciones municipales del próximo 22 de mayo y que el PP está utilizando "munición de quinta categoría, propia de quien ha perdido toda idea y todos los escrúpulos". La consejera de la Presidencia espera que la oposición cambie de actitud y deje de "embarrar la política andaluza" y se mostró convencida de que el electorado no apoyará la estrategia de "crispación" constante enarbolada por el PP. Sobre a la denuncia presentada por los populares en el Tribunal de Cuentas por los ERE irregulares, Moreno indicó que sólo es "un nuevo capítulo de ese culebrón que se ha inventado por completo" y que además "llega tarde" porque la Junta ya envió toda la información a la Cámara de Cuentas de Andalucía.