Magdalena Álvarez, la mujer "guerrera y luchadora incansable", como ha gustado ella misma de calificarse en más de una ocasión, arrojó ayer la toalla. Renuncia a su cargo de vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Finalmente, cedió a las fuertes presiones del Gobierno de Mariano Rajoy. "Mi puesto lo quieren para otro y están dispuestos a hacer cualquier cosa. Esto me da hasta miedo", dijo no sin cierto tremendismo la ex ministra de Fomento y ex consejera de Economía, imputada por la juez Mercedes Alaya en la trama de los ERE fraudulentos.

Álvarez no ha formalizado su renuncia, pero la hizo pública a través de un comunicado remitido a los medios de comunicación. Antes, se extendió en las razones de su marcha en una entrevista en la cadena Ser, en la que cargó contra el Ejecutivo de Rajoy. Lanzó los dardos contra el presidente y su ministro de Economía, Luis de Guindos. Ambos, a juicio de Álvarez, "quieren poner a otro" en el cargo que ella ocupa en el BEI. Así, su salida de la entidad "no tiene absolutamente nada que ver con mi imputación, he dimitido porque todo tiene un límite y la maniobra de manipulación y acoso del PP ha hecho mella en mí, en el banco y en España", a los que, según ella, el Gobierno de Rajoy hace un "daño irreparable".

Para la ex ministra, el BEI abrió una investigación sobre su caso debido a las presiones de De Guindos, personificando de esta manera la "ambición política desmedida" del Gobierno español, que quiere "involucrar a todos los países europeos". Álvarez recriminó este comportamiento de Moncloa, que la acusa de perjudicar a España precisamente cuando su actividad este año en el BEI arroja "los mejores resultados del Banco". En su comunicado, Álvarez reseña que nuestro país ha sido el de mayor volumen de préstamos del BEI durante todos estos años. "Desde que fue imputada España ha recibido financiación del BEI por un volumen de más de 12.700 millones, una cifra muy superior a los registros históricos existentes hasta la fecha. Y lo que es más importante, esta inversión se ha ido concentrando en la pequeña y mediana empresa, fundamental para la creación de empleo".

Álvarez también acusó al Gobierno de caer en contradicciones al revelar que cuando fue imputada por la juez Alaya llamó personalmente al ministro de Economía y "me dijo: 'no te preocupes, tú sigue trabajando, que aquí no pasa nada, que sabemos qué esto'. Aquel hubiera sido el momento de decirme que me fuera".

Para la vicepresidenta del BEI, la entidad ha abierto una investigación porque De Guindos ha presionado. La ex consejera andaluza volvió a mostrarse convencida de que en el juicio se demostrará su inocencia y espera que el Gobierno le reserve el puesto para entonces y que pida su regreso "con la misma virulencia".

La ex ministra de Fomento aprovechó también para puntualizar que la juez Alaya no la acusa de mal uso de fondos públicos, sino de haber autorizado "una partida presupuestaria que produjo un procedimiento que facilitó que otros mal usaran ese dinero". Álvarez aseguró que de eso también es inocente, porque el responsable de esa partida presupuestaria era la Consejería de Empleo, no la de Hacienda que ella dirigía. "Tengo las mismas posibilidades de meter esa partida en el Presupuesto que de matar a Kennedy", afirmó. Sin querer dar su opinión sobre el fondo del caso de los ERE, Álvarez recalcó que para saber quiénes son los responsables hay que mirar quiénes tenían la competencia y que "equivocar el tiro es dejar libre" a quienes sí tiene responsabilidad. La directiva del BEI aseguró que en todo momento ha sido transparente con el Banco sobre su situación procesal y que en ningún momento ha pisado ninguna "línea roja".