Fútbol El Cádiz CF, muy atento a una posible permanencia administrativa

cambios en el gobierno autonómico

Vuelo sin motor de López Gil

  • El político isleño crece en la Junta de la mano de Jiménez Barrios, que le hará viceconsejero de Presidencia l Su relevo en Cádiz será Belizón o Miranda

Fernando López Gil (derecha), junto a Manuel Jiménez Barrios, Irene García y José María Román en un acto del PSOE en Chiclana, en una imagen de archivo.

Fernando López Gil (derecha), junto a Manuel Jiménez Barrios, Irene García y José María Román en un acto del PSOE en Chiclana, en una imagen de archivo. / sonia ramos

Desde San Fernando llegó a Cádiz a mediados de 2012, y ahora se apresta a emprender un nuevo viaje en dirección hacia Sevilla. Pero será un vuelo sin motor porque a Fernando López Gil, quien ha sido la cara visible de la Junta de Andalucía en la provincia de Cádiz en el último lustro, este cambio le ha cogido con el paso cambiado. Claro que soñaba con dar el salto a la política autonómica pero posiblemente esperaba un destino diferente al que el Consejo de Gobierno le tiene reservado a partir del próximo martes: la Viceconsejería de Presidencia.

La noticia de que López Gil ponía rumbo a Sevilla se conocía oficiosamente en la mañana de ayer, y tras una intensa jornada de cotilleos en las filas socialistas, quedan dos conclusiones que se prestan a pocas discusiones. La primera es que López Gil soñaba con ser consejero de la Junta, algo que, según parece, tuvo relativamente cerca en esta remodelación del Gobierno emprendida por Susana Díaz tras su llamativa derrota en las primarias de su partido. Y la segunda evidencia es que a este político nacido en Sanlúcar pero criado desde pequeño en San Fernando nadie le ha dado una patada hacia arriba. Más bien ha sido todo lo contrario. Su llegada a Sevilla, que no quepa duda, es un ascenso en toda regla que viene avalado no sólo por Jiménez Barrios sino incluso por la propia Susana Díaz.

De momento el todavía delegado del Gobierno andaluz en Cádiz guarda silencio sobre su inminente destino. Y es lógico que opte por esta opción ya que no han sido pocos los cargos del PSOE que a lo largo de la historia han sido descabalgados a última hora de un cargo público en el que todos lo situaban. Pero en este caso sólo un giro imprevisto impedirá que Fernando López Gil se convierta el próximo martes en viceconsejero de Presidencia, Administración Local y Memoria Histórica. Es verdad que perderá escaparate público, algo que no le gusta a los dirigentes que suenan para alcanzar cotas mayores, pero por el contrario ganará a partir de ahora mucho más poder en la Junta de Andalucía. No en vano, su puesto de trabajo estará en el Palacio de San Telmo, cerca de la presidenta, Susana Díaz, y trabajará codo con codo tanto con el vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, como con el secretario general de Presidencia, que seguirá siendo Máximo Díaz-Cano. La Viceconsejería de Presidencia, en la que relevará a María Felicidad Montero Pleite, es la más importante del organigrama de la Junta, ya que entre sus funciones está por ejemplo la de confeccionar el orden del día de los asuntos que serán tratados en las reuniones del Consejo de Gobierno.

En clave local, Fernando López Gil continuará con su responsabilidad como secretario local del PSOE de San Fernando, aunque en el seno de su agrupación ya ha anunciado su intención de no presentarse a la reelección en el congreso local que tendrá lugar en octubre o noviembre.

La inminente marcha de este político isleño a Sevilla abre, como no podía ser de otra manera, infinidad de quinielas sobre su posible sustituto. Y aquí sobresalen dos nombres por encima de los demás. Anoche quien parecía estar mejor posicionado para convertirse en el nuevo delegado del Gobierno andaluz en Cádiz parecía ser el chiclanero Juan Luis Belizón, aunque no son pocos los dirigentes del PSOE gaditano que ven muchas opciones también para el barbateño José Manuel Miranda. Igualmente salieron ayer a la palestra otros nombres como los de Federico Fernández o Rafael Márquez, pero ambos parecen estar varios escalones por debajo de los dos dirigentes que parecen llamados a tomar la bandera de la Junta de Andalucía en la provincia.

Juan Luis Belizón, nacido en 1962 y licenciado en Matemáticas, aterrizó en la Junta en agosto de 2015 para dirigir la Delegación Territorial de Educación. Después de una década alejado de la política activa, su amigo y mentor, Manuel Jiménez Barrios, con quien había coincidido años atrás en el gobierno municipal de Chiclana, le convenció para dar el paso y asumir una cartera que conocía bien tras haber sido director de los IES Sainz de Andino (Alcalá de los Gazules) y Poeta García Gutiérrez (Chiclana).

Por su parte, José Manuel Miranda es el actual secretario local del PSOE de Barbate, es ex concejal en esta localidad y también suma varios años de experiencia en la Junta. No obstante, ejerce de delegado territorial de Agricultura y Pesca desde mediados de 2015, y un año antes ya había aterrizado en la Administración como delegado de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.

Aún se desconoce si el relevo de López Gil en Cádiz se concretará igualmente en la reunión del Consejo de Gobierno del próximo martes o si habrá que aguardar una semana más. Lo que sí parece claro es que en las semanas venideras vendrán más cambios entre los delegados de la Junta en la provincia de Cádiz.

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