Cultura

El Toro de Osborne cumple 60 años y se adapta a los nuevos tiempos

  • La Bodega El Tiro acoge la inauguración de una pieza decorada con 300 kilos de vidrio 100% reciclado y luminiscente

El toro de Osborne hecho de vidrio en la bodega El Tiro Osborne.

El toro de Osborne hecho de vidrio en la bodega El Tiro Osborne. / fernández hortelano

Ya lo dice el refrán: "renovarse o morir". Y eso es lo que ha hecho el Grupo Osborne tras cumplirse 60 años del primer toro publicitario instalado en una carretera española.

La Bodega El Tiro Osborne, situada en la Crta. N IV, Km 651, acoge esta noche la inauguración de una versión ecológica del famoso toro diseñado en 1957 por el portuense Manolo Prieto. (El Puerto, 1912 - Madrid, 1991).

La pieza tiene 14 metros de altura y está decorada con 300 kilos de vidrio 100% ecológico que brilla en la oscuridad. El equivalente a 1.000 botellas de cristal. El vidrio empleado ha sido aportado por la empresa Ecovidrio.

La plancha principal está rodeada de unos pequeños fragmentos llamados teselas. Estas porciones tienen el poder de capturar la luz del sol durante el día e iluminar por la noche.

El trabajo es obra de la familia Tejada y el equipo Trillo, encargado éste último también del mantenimiento y el pintado de los toros de las carreteras. La duración del proceso ha sido de 4 semanas para el montaje de la pieza y de 1 semana para ensamblar todas y cada una de las teselas.

Este toro ecológico hace que Osborne tenga ya 95 piezas publicitarias repartidas por toda la geografía española. Además, junto con el toro instalado en la Universidad Autónoma de Valencia, el de Dos Hermanas y el de Melilla, son los únicos Toros de Osborne integrados en los núcleos urbanos de las ciudades. Asimismo, la empresa bodeguera cuenta con 6 toros en México y 1 en Copenhage.

En 2017 se cumplen 60 años desde que este símbolo publicitario y artístico comenzara a adornar las carreteras de toda España. Eso fue en el año 1957 en la localidad madrileña de Cabanillas de la Sierra.

La verdad es que ha llovido mucho. Y este logotipo, que comenzó siendo un elemento puramente publicitario, se ha convertido en un gran icono del diseño. Por ello, Osborne ha querido conmemorar el aniversario de su pieza más preciada, adaptándola a los tiempos que corren. El objetivo es ofrecer al consumidor un toro rejuvenecido, capaz de enganchar a un público joven con inquietudes ecológicas y preocupado por cuidar el patrimonio medioambiental. La idea fundamental es concienciar a la gente sobre la importancia de reciclar y de ser respetuoso con el entorno. El éxito de un buen logotipo publicitario reside en saber evolucionar a lo largo de los años. Modernizarse y no quedarse atrás. Y no cabe duda de que, a pesar de sus 60 años, el Toro de Osborne luce mejor que nunca. Quizás sea ese el motivo por el que este famoso y entrañable emblema publicitario siga formando parte de nuestras vidas y de nuestros viajes.

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