El Chiclana recibe este domingo (16:30) al Tomares, del que solo le separa un punto, para dar un paso de gigante en la lucha por el ascenso a Tercera y, al mismo tiempo, resarcirse del partido de ida, en el que los sevillanos ganaron por 2-0.

El partido de mañana por la tarde será completamente distinto porque la situación de los blancos es completamente antagónica a la de la ida y las dimensiones del terreno de juego, muy superiores. "Ellos vienen en una dinámica menos buena, aunque el equipo es joven y peleón y plantea un ritmo alto en disputas y duelos individuales", avisa Lupi. "Nuestro estadio es más grande y a ellos ya le costaba volver de las transiciones en el suyo, así que aprovecharemos al máximo el factor campo".

El entrenador no sabe si será un partido con muchas ocasiones "pero sí muy complicado, del estilo del Alcalá, pero con más calidad en la línea del centro".