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Jornadas de atención temprana Centro Ángel de la Guarda

TDAH: Traviesos de base empírica

  • El encuentro organizado por el C.A.I.T. Ángel de la Guarda congregó a profesionales multidisciplinares que desentrañaron algunas claves para la comprensión del Trastorno por Déficit de Atención Infantil

Traviesos, maleducados, estudiantes mediocres o despistados. Radiografías presentes en más de una familia. Retratos de menudo tamaño, intermitentes, que pueden traer de cabeza a padres, hermanos, profesores, o compañeros de aula. Fotografías, no obstante, escasamente nítidas sobre lo que se intuye como posible síntoma de una imagen más profunda: el déficit de atención infantil, con o sin hiperactividad.

Del porqué de la cuestión se ha hablado los días 12 y 13 de noviembre, durante las primeras Jornadas de Atención Temprana, organizadas en el Centro de Congresos y Exposiciones por el Centro de Atención Infantil Temprana (C.A.I.T.) Ángel de la Guarda, tituladas Trastorno por déficit de atención con y sin hiperactividad: Actualidad en tratamiento, implicaciones e intervención.

En Europa, por cada 10 niños, 4 o 5 sufren trastornos psicológicos. Un dato que revela al TDAH (Trastorno por Déficit de Atención) como "uno de los primeros trastornos de muchos otros", en opinión de Inmaculada Moreno, especialista en psicología clínica y que trató la Situación actual de los tratamientos psicológicos aplicados a niños con TDAH.

La profesora Moreno tomó como una de las bases de su disertación el International Consensus Statement on ADHD, documento firmado en 2002 por más de 80 científicos, a pesar de ser un trastorno -terminología ya denostada, según la ponente- identificado hace más de un siglo. En dicho documento se sentaron las bases del TDAH como déficit de atención real, ante el cuestionamiento incluso de su existencia.

Moreno ofreció tres claves: hiperactividad, impulsividad y déficit de atención, y una manera eficiente en el proceder: psicología basada en la evidencia empírica, como punto de partida para un posible tratamiento farmacológico. A continuación, diferentes niveles de evidencia marcan la pauta de los tratamientos para el TDAH donde confluyen autoverbalización, neurofeedfack (destacada alternativa terapéutica), técnicas de manejo de contingencias ambientales, medicación o entrenamiento y formación de padres y profesores. La resolución satisfactoria requiere del trabajo conjunto e interdisciplinar de varios colaboradores.

Inmaculada Moreno aclaró además que hay padres que no poseen habilidades en el tratamiento conductual de sus hijos -de ahí la importancia del trabajo en grupo- y explicó la diferencia entre las Escuelas de Padres, en las que éstos son asesorados por profesionales, y los Programas de Entrenamiento para Padres, con protocolos de intervención, ajuste de contenidos y seguimiento.

Al término de su intervención, la profesora admitió la frustración que supone para los profesionales de la psicología enfrentarse al TDAH por su enorme complejidad. "Hay casos elevados de falsos positivos", niños sobre los que se sospecha que pueden sufrir trastornos en la atención y que después no son reales. "Cada hiperactivo es distinto", afirmó.

Ya en la segunda parte de la primera jornada, el psicólogo José Antonio Lora, en la conferencia Tratamiento e intervención psicológica de niños con TDAH, partió de casos concretos. "Tengo un problema con mi hijo o alumno, es mal compañero, travieso, no hace los deberes, sólo se centra en los que le interesa...". Todos síntomas que se clasifican erróneamente con la etiqueta de hiperactividad, explicó.

El fondo es más complejo. Existen subtipos de TDAH y el trastorno "multiplica por dos la prevalencia de otros problemas (de conducta, de aprendizaje, de ansiedad, etc.)". Lora habló del impacto para las familias y en los centros educativos que abarca muchos tipos de TDAH: "estos niños son valorados como vagos, pero necesitan más atención que sus iguales. Sus desequilibrios pueden generar frustración. Por ellos hay que prestarles más atención cuando rinden adecuadamente, y apartarse un poco cuando van mal porque en ese momento no controlan su impulsividad. No es que el niño no quiera trabajar, es que en ese momento no puede", relató.

Entre las variables que determinan el tratamiento a seguir en casos de TDAH se encuentran el principio de individualización -cada caso es distinto-, la edad y el perfil cognitivo, además de la estructura familiar y el ámbito escolar. La pieza donde el puzzle comienza a encajar es la comprensión de la situación del pequeño. Lora concluyó: "No existen las batallas, frente al problema o ganamos o perdemos. Hay que aprender a comprender al niño y no olvidarlo. Si no se entiende esto no se entiende el problema".

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