La semipeatonalización de la calle Real, la llegada del tranvía o el aumento de los carriles bici por la ciudad hacían presagiar que San Fernando se convertiría en un espacio sostenible, donde el desplazamiento en coche para recorrer distancias cortas quedaría olvidado y otros medios de transporte tomarían protagonismo, entre ellos la bicicleta. En definitiva, una ciudad con una alternativa accesible al uso del turismo. Sin embargo una cuestión que se ha hecho visible en estos días hace difícil esta posibilidad, al menos ahora: la Policía Local informa a través del perfil de San Fernando Red Ciudad en Facebook de que circular sobre dos ruedas está prohibido en la calle Real, puesto que se la considera como otro vehículo más a semejanza de turismos o motocicletas, como ejemplos.

Desde la semipeatonalización de la calle Real, la señalización en los accesos a esta vía indica que está prohibido por ella la circulación de vehículos, a excepción de los autorizados (vehículos de emergencia o con permiso solicitado). Quienes sean interceptados por la Policía Local transitando por este calle pueden ser multados. Una cuestión lógica al transformarse este eje principal de la ciudad en un espacio pensado para el peatón y el futuro paso del tranvía, librándose del tráfico ingente que la caracterizaba, para dar paso a otra idea de movilidad. Ahí, por supuesto, entraba la apuesta por la bicicleta. Lo recogía el plan director de transporte. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) incluía un mapa que contaba con la implantación de un carril por la calle Real. Sin embargo, la advertencia de la Policía Local de que también la bicicleta tiene prohibido el paso por Real, excepto para cruzarla en los puntos fijados, ha llamado la atención y despertado la indignación de muchos ciudadanos. Eso sí, otros aplauden esta postura al entender que los peatones necesitan una protección ante las dos ruedas.

Desde el Gobierno local, se confirmaba ayer la información que Policía Local publicaba en el muro de San Fernando Red Ciudad en la red social Facebook. El texto señalaba concretamente que "en base a la señalización existente en los cruces de la calle Real, en la que figura una señal (R-100) 'Circulación prohibida a todo tipo de vehículos', con una leyenda en la que quedan exentos de la prohibición los vehículos autorizados, y ante la ausencia de una norma específica, todos los vehículos incluidas las bicicletas que carezcan de dicha autorización tienen prohibido circular por la calle Real". Actualmente, los vehículos que transitan por ella lo hacen para proceder a la carga y descarga, para salir o entrar en sus garajes o para el transporte de personas dependientes. El color de las pegatinas permite distinguir su cometido: marrón para carga y descarga en establecimientos; roja para actividades especiales, ya sea los furgones de las entidades bancarias, mensajería o desplazamiento de personas con movilidad reducida. El azul, el lila y el amarillo -en función del tramo por el que vaya a circular- marca a los vehículos que acceden a vados. Solo en esta categoría podrían incluirse las bicicletas, para quienes transiten en ellas desde o hacia sus casas.

Para completar esta información la Policía Local publicó horas más tarde los puntos por los que los ciclistas, como el resto de conductores, pueden cruzar esta céntrica vía: de Diego de Alvear a Almirante Cervera (mientras está cortada La Herrán por obras), de San Cristóbal a San Diego de Alcalá, de Isaac Peral a Dolores, de Tomás del Valle a Sánchez Cerquero, de San Antonio a Benjamín López, de Galiano a Alsedo, de Carmen a Lázaro Dou, de San Agustín a Benítez Morera y de Teherán a San Agustín.

La referencia a la falta de norma específica que regule la circulación de las bicicletas señala directamente a la ordenanza que ya en el anterior mandato se preparaba. Desde Sostenibilidad Ambiental se confirmaba ayer que el texto está prácticamente culminado, lo que permitirá que en próximas fechas pueda pasar por pleno para su aprobación y entrada en vigor. Este documento recoge, explicó ayer el delegado responsable, Francisco Romero, la posibilidad de que las bicicletas transiten por la calle Real compartiendo el espacio por el que discurrirá el tranvía, dejando libre los márgenes para los peatones. "Apostamos por la bicicleta porque es un medio de transporte sostenible y limpio", señala Romero, que matiza que también quedará fijada la velocidad de circulación entre otras cuestiones para la correcta convivencia.