El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

Provincia de Cádiz

La asfixia de Los Caños de Meca

  • La evidente ausencia de arena lastra a la popular playa de La Laja, que se queda sin espacio cada vez que sube la marea Vecinos y empleados de chiringuitos de este enclave barbateño denuncian irregularidades en la regeneración hecha por Costas en pleno verano

Los Caños o, lo que es lo mismo, la meca de adeptos a la tranquilidad, la liberación del yo y la evasión. Esta descripción tan idílica pertenece a la fama e historia de esta pedanía barbateña, pero el tiempo no siempre perdona los fallos de previsión humana.

En los últimos tiempos crecieron las voces alarmistas que insistieron en el estado precario de la playa de La Laja en cuanto a cantidad de arena. A esto se unieron hosteleros y vecinos, que clamaron contra las autoridades avisando de las urgentes necesidades de uno de los puntos mágicos de la provincia.

La Demarcación de Costas accedió a las peticiones e intervino a mediados de julio. No obstante, y según las sensaciones extraídas de los que viven a diario en la zona, las acciones acometidas no han contribuido a paliar un problema que puede convertir la tradición de Los Caños en un mito en toda regla. Y por mito entiéndase en su sentido negativo, aquello que otras generaciones ni siquiera recordarán porque sólo quedará en palabra de memorias arcaicas.

Las asociaciones de vecinos Playa de La Laja y Faro de Trafalgar aseguran que Costas trasladó arena procedente de la carretera del faro de Trafalgar para recuperar la playa de La Laja. La operación, con un presupuesto de 50.000 euros, debía colocar en el enclave 9.000 metros cúbicos, cantidad no completada según sendas organizaciones. Tal como cuentan, las labores empezaron un 17 de julio y finalizaron a mediados de agosto. Ambos colectivos dispusieron hombres para que supervisasen la actividad de los trabajadores.

Según lo observado por estos, hubo irregularidades en el relleno de la playa y se hizo con vehículos más pequeños de lo esperado. La AVV Faro de Trafalgar, por medio de su presidente, Ernesto Carmona, aclara que en la primera actuación se arrojaron 3.600 metros cúbicos de arena a la playa y que, tras algunos enfrentamientos con las administraciones, se "obligó" a una segunda en la que se depositaron otros 2.850 metros cúbicos. Por tanto, desde ambos colectivos denuncian que faltan cerca de 2.000 metros cúbicos para que se complete la intervención. Además, Carmona atestiguó que contrató a un arquitecto para certificar oficialmente que los camiones utilidazos eran de entre 12 y 13 metros cúbicos, y no de 18 como avalaban los promotores.

"La playa tiene un problema de arena gravísimo. Costas ha acometido una regeneración parcial. No se han transportado los 9.000 metros cúbicos debidos. Ellos estarán evaluando con mediciones, pero a nosotros nos salen 7.000 metros cúbicos", explica Juan Carlos Herrera, presidente de la AVV Playa de La Laja. Igualmente, desde la organización consideran que la arena fue mal esparcida y lanzada desde los acantilados, causando la señalada ineficacia en las labores de mejora. "Es una chapuza de regeneración. No hay playa en Los Caños; cuando sube la marea no hay espacio", asegura con frustración el representante del órgano vecinal.

Por su parte, Rafael Quirós, alcalde de Barbate, reconoce las dificultades objetadas pero muestra una visión más positiva. "Empezó tarde la regeneración, pero mejor tarde que nunca. En Los Caños no había playas prácticamente. También se ha adecentado una de las bajadas", manifiesta.

Hosteleros y vecinos replican cómo desde los despachos hubo tanta miopía política para emprender esta reforma en pleno periodo veraniego. "Cuando empezamos la temporada de verano no había arena. Pero no se entiende que esto no se hiciera en primavera", comenta el dueño del chiringuito GoodKarma. El descontento de Juan Carlos es notable con las autoridades y también cuestiona la estación en la que se ha llevado a cabo la renovación.

"Los políticos empiezan a recuperar la playa en pleno periodo estival. Teníamos dos vigilantes para supervisar la obra. Dos personas contando los camiones que entraban y salían. Ellos dicen que está terminado, pero nosotros pensamos que no", aduce Juan Carlos.

Uno de los movimientos más impopulares de la Demarcación de Costas, bajo la perspectiva de un vecino de la pedanía barbateña, fue sustraer arena de la carretera del faro de Trafalgar para transportarla a Puerto Real. Esto fue una acción anterior, por lo que levantó ampollas y poco después se procedió a utilizar la arena de este vecino enclave para arreglar la vulnerabilidad de Los Caños.

Para hacerse una idea de la situación, desde el chiringuito LaMorena sostienen que cuando hay pleamar, el local tiene serias dificultades de espacio. "A veces esto parece un barco y el agua nos llega hasta arriba", comenta con ironía una trabajadora que asegura que hay un descenso de clientes seriamente vinculado a esta circunstancia. "Esto es un paraíso, pero si vienes de fuera y te ves esto...", dice mirando fijamente a una de las esquinas que, con la marea baja, deja al desnudo sus deficiencias.

Desde el restaurante ElPirata reconocen que "a veces cuando no hay playa podemos vernos beneficiados porque la gente sube a nuestro local". Una coyuntura que, apunta, "fuerza a que la gente tenga que irse a El Palmar". Aún así, el regidor barbateño, Rafael Quirós, añade que "este verano ha sido muy positivo para Barbate, Zahora y Los Caños", estimando que la pedanía ha contado con plena ocupación.

Por otra parte, históricamente una de las tareas pendientes del lugar ha sido la limpieza y el ruido. "Hay mucha suciedad. El Ayuntamiento está en ruinas, no puede hacer labores de limpieza. Incluso le hemos llegado a ofrecer cinco contenedores gratuitos, aunque aún no se han molestado en recogerlos", asevera Juan Carlos Herrera. La afluencia de público joven con sus respectivos 'botellones' y la falta de fondos para recoger la basura en el Ayuntamiento de Barbate desencadenan impresión de dejadez si no se pone en contexto. En LaMorena aseveran que procuran retirar los propios residuos generados a su alrededor, una tarea que realiza el propio guarda del local. ElPirata, famoso también por dar nombre popularmente a una complicada entrada a la playa, hace lo propio adecentando las escaleras tras el desenfreno nocturno. El Ayuntamiento, según cuenta su alcalde, destina dos operarios de limpieza para la zona. La asociaciones vecinales de La Laja y el Faro de Trafalgar también colocan cada uno a un trabajador para frenar la imagen de descuido. En conclusión, la buena apariencia en Los Caños se vuelve una cuestión puramente comunitaria.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios