El polifacético Enrique Miranda fue el encargado de dar el pistoletazo de salida en la noche del lunes a una nueva edición de la Feria de Primavera y Fiesta del Vino ofreciendo el XXXIII Pregón en la caseta Helo-Libo, perteneciente a la Hermandad de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto y María Santísima de Gracia y Esperanza.

A pesar de que el acto estaba programado para dar comienzo a las 21:30 horas, no fue hasta pasados varios minutos cuando las luces se apagaron y la caseta quedó únicamente iluminada por la tenue luz que necesitó Miranda para dar comienzo al espectáculo que tenía preparado y que no defraudó a los que lo siguieron desde la Feria y desde casa. Tanta fue la expectación que creó este portuense que la caseta se quedó desde minutos antes del arranque oficial sin suficientes asientos, teniendo muchos que disfrutar del Pregón de pie y al final del recinto.

Debido a que la Feria de este año está dedicada a los Estados Unidos, tanto la decoración de Helo-Libo como el mismo Pregón giraban en torno al país norteamericano. Un gran cartel con la palabra Welcome y otro con la palabra Hola dieron la bienvenida a familiares, amigos, y a todos los que no quisieron perderse el show que el Mister España 1997 había creado. Tampoco quisieron faltar a esta cita tan especial, además de una representación bastante amplia del equipo de Gobierno, distintos miembros de la Base Naval de Rota, como el almirante-jefe de la Base Naval, Cristóbal González-Aller, y el capitán de navío y comandante de las Actividades Navales de los Estados Unidos en España, Gregory S. Pekari.

Fue el actor y crítico teatral Manolo Morillo quien comenzó el Pregón haciendo un breve repaso por la trayectoria de Enrique Miranda, narrando a los presentes los logros profesionales de este portuense que arrancó durante la más de hora y media que duró el Pregón varios sonoros aplausos de todos los que lo pudieron disfrutarlo in situ. Cuando Morillo finalizó su intervención entró en escena Pepe Sevilla -quien ya se había hecho con el público portuense durante el Pregón de Carnaval que presentó en febrero junto a Miranda- situando en el escenario a la comparsa OBDC, cuyos miembros sacaron los primeros aplausos del público con una adaptación libre del tema principal de la película de Luis García Berlanga Bienvenido, Mister Marshall.

Después entró en el decorado, ataviado con banderas que aludían a la patria americana, un elegante pregonero con un rojo clavel en la solapa de la chaqueta. Ya en un completo silencio Miranda comenzó el Pregón haciendo un viaje atrás en el tiempo hacia su infancia, hacia los años 70, recordando que "la Feria se erigía hercúlea frente a la Bahía... la calle hasta la Feria era la calle de la Mar", sonando a continuación los primeros acordes de la copla conocida como Calle de la Mar.

Después de continuar con este flashback el actor comenzó el bloque dedicado a su verdadera pasión, el teatro. Para esta parte contó con su padre, el también actor Enrique Miranda -más conocido como Chelique- quien ataviado con una indumentaria de los años 50 emuló al alcalde del mismo film para emitir un discurso desde el balcón que formaba parte del decorado. Fue interrumpido por Manolo Morillo, que luego tomó el papel de alcalde ficticio.

"Aunque pensándolo bien, ¿qué es la vida sino puro teatro?. El teatro de la vida. Y cuánto de ese noble arte hay en la Feria de El Puerto… Miren sino todo lo que la rodea, detengan su mundo cualquier día de esta semana y contemplen el desarrollo de la trama que se repite cada primavera". Así arrancó la parte más emotiva del Pregón, aquella en la que se fue recordando las grandes figuras del teatro como Lope de Vega o Pedro Muñoz Seca. Justo a continuación se produjo uno de los grandes momentos del espectáculo, el que protagonizó el cante de David Palomar y de su grupo, compuesto por dos voces más - y una guitarra. Fue tan grande el espectáculo que ofrecieron que tuvieron que repetir más temas ante la demanda del público.

Fernando Quiñones y su relato El Testigo tomaron entonces el protagonismo, así como el cantaor Miguel Pantalón. "Se murió en una caseta de la Feria de El Puerto, de las de cañizo y por la tarde", así arrancaba este relato que el actor portuense narró a los asistentes, dejando paso a la interpretación de Juan de los Reyes, descendiente de José de los Reyes, 'El Negro de El Puerto', quien se arrancó con el romance El Cándido.

El actor y productor portuense no quiso dejar pasar la oportunidad y sacó al escenario a Marta Ortiz, quien al cante de Anabel Rivera bailó sevillanas poniendo el broche de oro a la celebración. Aunque el verdadero final lo puso Enrique Miranda al marcarse unos bailes y finalizando con un sonoro "¡Viva la Feria de El Puerto!", dando paso a un gran aplauso.

Sin duda Las Banderas vivió en la noche del lunes un Pregón donde los asistentes pudieron hacer un recorrido por la historia de la Feria y la relación de la misma con la pasión de Miranda, el teatro y con la música.