Sindicatos de Policía Local piden a Coronado que dimita

El sindicato UGT y la UPLBA han pedido la dimisión del concejal de Policía Local, Carlos Coronado, por unos hechos ocurridos en la Plaza de Toros. Entienden que el concejal se "extralimitó en sus funciones" y piden "que tenga dignidad y dimita ante la gravedad de los hechos". Según la UGT, a las 23:30 horas del 9 de julio, el concejal sometió a un "trato vejatorio" a dos agentes del cuerpo, que estaban de servicio, a quienes "de forma reiterada acusó de tomar alcohol, cosa totalmente falsa, ya que se sometieron voluntariamente a la prueba de detección alcohólica, en presencia de testigos, y dieron negativo, 0,0 mg/litros de aire expirado".

La UPLBC explica que los hechos ocurrieron cuando el concejal estaba en la Plaza de Toros viendo el espectáculo y vio a dos policías locales que estaban en el interior de la plaza, ordenándoles abandonar las dependencia donde se encontraban (los toriles) y acusándoles de "estar borrachos, ya que les había visto con un vaso en la mano". Según la UPLBC "ante la sorpresa de los agentes estos terminaron de realizar su gestión, que no era otra que entrevistarse con el encargado del evento para que les diera el horario de finalización del espectáculo y poder regular el tráfico de personas y vehículos en la zona". Según los sindicatos, esto les fue encomendado por el jefe de servicio, y el concejal se dirigió a los dos agentes en la puerta del coso "de forma grotesca y altanera", elevando la voz y "acusándoles nuevamente de estar borrachos y a uno le comentó que no tenía vergüenza en negar los hechos".

La UGT afirma que el concejal "se ensañó con los agentes", que se sintieron "difamados", y que "no tuvo valor de estar presente en la prueba de alcoholemia", pese a haberlo pedido los agentes.

Por su parte, el concejal de Policía Local ha pedido a los sindicatos "respeto y que abandonen los ataques personales". El concejal explica que varias personas le indicaron que en zona de toriles había dos agentes de Policía Local, "algo que no es habitual". Al entrar en el recinto se encontró con los policías y personal civil con bebidas en las manos, se dirigió a los agentes "en términos respetuoso" y les preguntó si estaban en tiempo de descanso a lo que ellos respondieron que no. Quiso saber entonces por qué estaban en los toriles y le respondieron que habían ido a hablar con el responsable sobre la hora de finalización del festejo, una información que según Coronado podían haber obtenido "sin necesidad de acabar en los toriles".

Respecto a la prueba de alcoholemia, señala que "forma parte del procedimiento, y se hizo en Jefatura, sin que tuviera que realizarse en presencia del concejal". Coronado afirma que su actuación "tuvo por objeto aclarar las razones por las que los dos agentes de servicio no estaban en su punto de destino".