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El malo del cuento

Localidad: Cádiz

Letra y música: Jonathan Pérez Ginel y Sergio Guillén Bancalero 'el Tomate'

Dirección: Agustín Correa Rodríguez

el tipo. Lobos , pero no tan fieros.  

Lobos que buscan a su caperucita de madrugada . Aullidos con la luna llena de fondo para cerrar la primera función de las semifinales. Momento sentimental en el primer pasodoble, en el que nombran pregonero de Cádiz a Antonio Rico Segura Pedro el de los Majaras. Sus hijos en el escenario y él en un palco. Pedro cumple con las características para ocupar este cargo al haber dado su vida  "cantando coplas" y preferir morir con el tipo puesto a hacerlo en casa.  Del homenaje pasan a la crítica social, en la que sí enseñan los colmillos. Relatan en la segunda letra la entrevista de trabajo de un ingeniero con carrera, máster e idiomas para acabar trabajando en un McDonalds y tener que aceptar las condiciones al haber 200 como él esperando. Muy acertado ante la situación del mercado laboral. Mordisquitos en dos cuplés de temática carnavalera. Por encima de la media, en el primero  consideran un fallo de la película The beautiful Cádiz que Subiela cante en segunda fila, mientras que en el segundo recogen las llaves de 'Los sereníssimos' para cerrar el Falla. 

 

EN CUARTOS

las coplas. Hay cuentos en los que el bueno se transforma en el malo. Demasiada gente mala y muy poquita buena. Como lobos, enseñan sus garras para aferrarse a sus posibilidades dentro del Concurso. Suerte dispar en los pasodobles, con una música en la que el aullido final es su seña de identidad. Arañan al PSOE en su primer pieza. Cuentan la ilusión que vieron en sus padres cuando los socialistas vestían chaquetas de pana, reflejada en la subida de las pensiones, las becas para los estudiantes  o la sanidad universal. Pero al final, acabaron decepcionados con la entrada en la OTAN o la reforma laboral. Un repaso político para poner en alerta a Pablo Iglesias por la confianza que ha recibido. "No me des la espalda como hicieron con mis padres los socialistas", rematan una letra bien desarrollado. Sin embargo, el segundo pasodoble es muy discutible al tratar el asunto de las denuncias falsas por malos tratos, cuando su número es ínfimo. Muy espinoso, sobre todo cuando piden a su expareja que aconseje a su hijo que no encuentre a una mujer "como su madre". Tampoco los cuplés suben el nivel al renunciar a hacer una película porno sobre Caperucita por ser la protagonista Paz Padilla y al pedirle a Juan Carlos Aragón que gaste el dinero en pelarse en vez de viajar para inspirarse. Su romance con el Concurso es prohibido, ya que dejan dudas... 

EN PRELIMINARES

las coplas. Viven con el papel de malo en los cuentos. Pero en la sociedad los hay peores  y andan escondidos.  Los que corrompen y sonríen, para después pasarles a ellos el papel de "culpables". En un Concurso como el presente, una comparsa como la del Jona tiene que llamar a la puerta con fuerza para ser tenida en cuenta. El grupo se presenta más rotundo que en años anteriores. El sonido en su primer día es más compacto que nunca, a pesar de un ligero problema al final del primer pasodoble. Musicalmente, en esta copla destacan el aullido final, muy conseguido, y la alegría que toma desde el trío. En la primera letra, hace un combo de los temas de las preliminares: el nuevo alcalde, los problemas del Patronato y las ninfas. Todo en uno para pasar del poco tiempo que lleva Kichi para solucionar los problemas a criticarle que no lo ha hecho con el Concurso, en el que al final "solo molestan las piconeras". Desaprovechado, aunque lo hila con sentido. En el segundo, tira de sensiblerío al narrar la alegría de Manuel tras salir del asilo tres años después, girando en el epílogo a la conveniencia de los hijos por el dinero. En los cuplés solventa el grave error del primero sobre la independencia -gracia muy repetida en el Falla- con un segundo bastante bueno en el que lo mejor que nos ha dejado Teófila es que "nos ha dejado". En el popurrí, las partes críticas brillan más. Todo cuento tiene su final feliz. Con ellos, aunque sean malos, también.

 

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