Comparsa

Un país llamado Cádiz

Localidad: Cádiz

letra. Antonio Rivas Cabaña.

música. José Martínez González.

dirección.  José Joaquín González Domínguez.

el tipo. El gaditano mayor y sus ministros.  

Ministros en busca de la felicidad. Un sueño convertido en realidad en forma de pasodoble. Ministros que quieren la felicidad de sus ciudadanos, algo que debería ser lo normal. Como en anteriores pases, la música de Pepe Martínez lleva al éxtasis. El tesoro más preciado de esta comparsa. El pendón morado de Cádiz sirve como excusa en la primera letra para tratar el asunto de la violencia machista por ser el color de la  lucha del feminismo. Una denuncia a un tipo de "terrorismo" que ha matado en la última década a unas 700 mujeres, más que "ETA en medio siglo". Un color que no debe pertenecer solo a las  feministas, sino también al "hombre que se compromete con las mujeres", mientras que éstas siguen muriendo a manos de sus terroristas. Corrección en una comparación que puede llegar a chirriar. En el segundo, tiran de sentimentalismo al decir que han dejado de  ir a misa  los domingos para ir a su templo, que es la casa de sus padres. Una visita en la que se perdonan los pecados y se toca el cielo al acariciar sus canas. Cumple con la temática. Los buenos deseos no llegan con los cuplés, en los que una persona tiene dislexia con las palabras, pero cuando le llaman del paro sí sabe mandar "a tomar por culo", y ellos van al médico y les dice que les queda un mes de vida, por lo que eligen agosto porque están de vacaciones. Un sueño, el del gaditano mayor y sus ministros, demasiado bonito. 

 

EN CUARTOS

las coplas. El Consejo de Ministros celebra una nueva sesión para buscar la felicidad de los gaditanos.   La música del pasodoble de Pepe Martínez sigue eclipsándolo todo, estando muy por encima de las letras. Rivas lo intenta con artillería pesada ante la feroz competencia y mejora las prestaciones del primer pase. Primero, apuesta por la gran coalición entre los cuatro principales partidos. Tira de la Constitución de Cádiz para hablarle de unión a los partidos. Una apuesta por una España nueva sin corrupción y que convenza al País Vasco y Cataluña para seguir juntas, aunque da un tirón de orejas a los políticos por tener al país enfermo. No convence un planteamiento tan alejado de la realidad. Mucho mejor la segunda letra, en la que cuenta la historia de una abuela que mezcla la alegría de tener a su hijo trabajando fuera de Cádiz con la tristeza de no poder ver a su nieto.  Un morazo en Halloween y un consolador con el que su mujer hace los contracantos a Queen dibujan dos cuplés abstencionistas. Dependen del voto del jurado. 

EN PRELIMINARES

las coplas. Un bello sueño. Un cuento. Ese que, de tanto querer, busca la felicidad de l pueblo. La misma que entra al escuchar la música de Pepe Martínez. Su sello sigue siendo  inconfundible y lo demuestra con su pasodoble  -"las caricias" que da cada año-, en que es capaz de mezclar en el trío la fuerza de su grupo con el mecido y la dulzura. Su guitarra, fiel testigo de sus ideas, preside el escenario en un primer pasodoble que le dedica Antonio Rivas por sus más de 30 años en la fiesta que no son noticia frente "al morbo" que se mueve en las redes o "el regreso de los que renegaron". Pequeños toquecitos que, tal vez, no hacen justicia con la melodía de Pepe, que se define sola y que "nunca ha fallado" -también una gran verdad-. El drama de los refugiados sirios y la foto de Aylan sirvió para sacar los colores a Occidente, "los países musulmanes ricos que no te ayudaron" y el  papel de Alemania en el reparto de refugiados y la falta de ayuda a España cuando llegan los subsaharianos. Todo esto, mezclado en  el sueño de  este niño. En los cuplés, nueva fórmula de cameos  (y los que quedan por venir) con la presencia en el palco de Onda Cádiz de los Reyes Magos y de Cheryshev. La fábula -con un corazón cercano a la cabeza- para conseguir una ciudad en la que haya felicidad, se transforma en ruego al palco del Ayuntamiento -con luces y focos-. Efectista, entre buenas intenciones. 

 

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