Comparsa

Gloria bendita

Localidad: Cádiz

Letra: Antonio Busto Pavón

Música: Antonio Busto Pavón

Dirección: Juan Manuel Rodríguez Vergara

En 2013: No concursaron (Antonio Busto fue autor de la comparsa de Jerez 'La plazuela')

El tipo. Fantasía de piconero con sombrero de murallita.

Las coplas. Formación en U, madroñera, fondo con la imagen del balneario y La Caleta... Ya sólo con la estética sabemos lo que tenemos delante. Una comparsa que bebe del estilo clásico  como clásica es la primera letra de una mujer que se aferra al recuerdo de un tiempo mejor y al cariño filial para aguantar que en su casa la traten como una esclava. Dice algo así que si se va la gente la va a poner como una cualquierona. En fin, habrá quien siga teniendo esa mentalidad. Bien cantado, con unas maneras muy añejas y con gusto. En el siguiente, pasan al homenaje. Uno doble, en este caso. A Mariana Cornejo y a Pedro Romero. Mientras que otros autores han utilizado este tributo dual para hacer una comparación o crítica, en esta pieza simplemente se les piropea a los dos, a la artista y al coplero, que "por más tiempo que pase, nunca se habrán muerto en la memoria de nuestro pueblo" que, a su juicio, seguirán "llorando a Mariana y a Pedro Romero". Sus cuplés, cortitos en longitud y en gracia. El primero al niño de Ortega Cano  "que si no vende Hierbabuena se la acabará fumando". En el segundo, aunque hablan de programas como Masterchef, acaban, no sé cómo, acordándose de los difuntos de su señora. No creo que hayan realizado un pase malo, pero tampoco competitivo.

EN PRELIMINARES

Las coplas. Presentación en U para una comparsa que mira al pasado. Piropo a la "más guapa de Occidente" en una pieza que rompe con aires de tanguillo. Muy clásica, supongo que cumplen con el objetivo marcado. Pasodoble reposado, tranquilo, que se gusta y se espera así mismo. No hay bulla,  es nuestro momento. Una muestra de lo que el pasodoble fue en otro tiempo. Las letras, sin embargo, logran actualizarse un poco. En el primero tocan el tema de los copleros ausentes pero sin entrar en polémica, no quieren problemas. Mientras Sevilla "se relame los labios" con el talento "de dos comparsas que están en la cima", ellos optan por recordarles la parte bonita del Concurso. Como un abuelo que quiere convencer, con cariño, a un nieto. En ese tono. Como abuelos también se autodescubren en la segunda letra donde miran a los tiempos duros de la posguerra española. El cuadro triste que pintan les sirve de acicate para reivindicar la memoria "de los obreros" que entonces "murieron por sus ideales" y que "dieron la vida por nuestros derechos". Estribillo más largo que los cuplés, enchampelados. El primero, sin mucho sentido. Mejor el segundo donde confiesan que si de pibes temían a la oscuridad ahora lo que le da miedo "es dejar una luz encendida". El popurrí no dice nada. Da un bajón al repertorio. Suenan bien. Casi patrimoniales. Protegiendo un estilo.

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