Cádiz | unión estepona · la crónica

Sacudiéndose pulgas

  • El cuadro amarillo demuestra que es como un perro flaco y se marca un gol en propia puerta en una acción aislada en la primera parte, pero remonta en la segunda gracias a los tantos de Enrique y Pachón

El Cádiz parece esta sufrida temporada ese perro flaco al que todo se le vuelven pulgas. Los jugadores amarillos afrontaban ayer el partido contra el Estepona después de enlazar tres empates consecutivos, con la necesidad imperiosa de lograr la victoria, y a las primeras de cambio, en una acción aislada, Serrano mandaba el balón a su propia portería. No parecía que hubiera otra manera de que la escuadra de Nene Montero lograra marcar un gol y el movimiento en el marcador llegaba en una primera parte en la que los pupilos de Jose González hicieron un fútbol de toque estéril. Ya en la segunda, el técnico gaditano movió el banquillo y abogó por una forma más directa de llegar al área rival. El resultado, ante un equipo que no puede presumir precisamente de tener jugadores muy altos en sus filas, fue productivo. Mejoró la imagen y Enrique, primero, y Pachón, poco después, firmaron una remontada que deja algo de paz en el Ramón de Carranza y permite a los cadistas situarse de nuevo en la cuarta plaza de la tabla de clasificación tras no pasar del empate el Ceuta en su visita al Puertollano.

La primera parte resultó aburrida y sólo se animó en el tramo final con un giro esperpéntico, cuando Jose Serrano introdujo el balón en su propia portería para demostrar que a perro flaco, todo se le vuelven pulgas. El central trató de abortar un centro raso al área de Igna desde la banda derecha y, en vez de permitir a Álvaro Campos hacerse con el control de la jugada, se equivocó para dar a la mala suerte una posibilidad de hacer acto de presencia en el Carranza. Desde ese minuto 38 y hasta el descanso, los amarillos no tuvieron ni un solo acercamiento a la portería defendida por Ávila. Ni uno solo, lo que fue castigado con silbidos por parte de la grada, llena de seguidores masoquistas que no acaban de ver jugar bien al fútbol a su equipo.

Hasta el jarro de agua fría nacido en las botas de Jose Serrano, tampoco hubo mucho que ver. Jose González dio entrada de nuevo en el equipo titular a los dos refuerzos en el mercado de invierno, dejó a Enrique en el banquillo y apostó por Pedro Baquero en el centro de la zaga en detrimento de Álvaro Silva.

Los cadistas se enfrentaban a un rival que dejaba espacios y que hacía su trabajo sobre el verde con dos líneas de cuatro jugadores muy juntas, dejando a Cabello como hombre más adelantado. A diferencia de partidos anteriores, los pupilos de Jose González parecieron salir más enchufados, pero la falta de profundidad y los problemas a la hora de hacer circular el esférico iban invitando a la preocupación.

La grada recibió con cierta indiferencia a Álvaro Campos, que volvía al once titular después de que Dani Miguélez pasara por el quirófano para operarse de una luxación en el hombro derecho. El valenciano fue el hombre más destacado sobre el terreno de juego en los primeros cuarenta y cinco minutos, teniendo un par de intervenciones de gran mérito, sobre todo una buena mano tras un peligroso disparo de Gaitán que cobró veneno en cada centímetro.

Y si Campos brillaba entre los tres palos, de los jugadores sin guantes en las manos poco había que comentar. Moreno se peleaba hasta con su sombra, pero no creaba peligro. Y Juanse es muy dinámico y siempre sabe qué hacer con el balón, pero apenas tenía compañía y tampoco hacía mucho por buscarla. Del resto de jugadores, ya se sabe; son de sobra conocidos y no hay quien regale una sorpresa. Aarón Bueno sigue lejos de ser el de principio de temporada, los dos Caballero se mostraban demasiado intermitentes y Álvaro Jurado, que vio su décima amarilla y fue sustituido por Pachón para la segunda parte, apenas aportaba criterio a la hora de crear el juego. Y si no elaboras ocasiones y la primera que nace en tu propia área te la metes tú mismo, pues ya está todo dicho.

Jose González reaccionó tras el descanso. Y lo hizo el equipo. Con Pachón ya en el terreno de juego, un cambio que envió a Moreno a la mediapunta y a Carlos Caballero al doble pivote, era una cuestión de tiempo que entrara un revulsivo llamado Enrique. El extremeño, sinónimo de goles y asistencias, marcó el primer tanto y habilitó a Pachón para que el madrileño anotara el séptimo de su cuenta particular que le sirve para empatar con Aarón Bueno al frente de la lista de realizadores. La remontada llegó después de que Eloy diera un gran susto en una acción personal. Fue la única tentativa de un equipo malagueño que acabó bajando los brazos poco a poco .

El Cádiz, perro flaco, se sacudía las pulgas. Y la afición se mostraba agradecida desde la grada.

Árbitro: Pardo Martínez (extremeño). Auxiliado en las bandas por Porras Ayuso y Aparicio Álvarez (extremeños).

Tarjetas: Amarillas Por parte del Cádiz: Jurado (32'), Cifuentes (73') y Moreno (80'). Por parte del Unión Estepona: Chupi (15'), Cabello (59'), Igna (68') y Gaitán (88').

Goles 0-1 (38') Serrano, en propia puerta. El central introduce el balón en su portería tras intentar abortar un centro raso desde la banda derecha de Gaitán cuando Álvaro Campos parecía llegar con solvencia a la jugada. 1-1 (62') Enrique. El extremeño aprovecha una asistencia de Pachón dentro del área para marcar a placer el tanto del empate. 2-1 (76') Pachón. Falta que bota Enrique desde la banda derecha y el madrileño, adelantándose a la zaga rival, anota de cabeza el gol de la victoria.

Incidencias: Partido de la jornada 25ª en el grupo IV de Segunda División B disputado en el Ramón de Carranza ante, según el dato facilitado por el club, 3.979 espectadores en las gradas. No funcionaron ninguno de los dos marcadores del estadio.

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