Desde hace unos días, funcionarios del Ayuntamiento de Cádiz están recibiendo una llamada que les está causando a la mayoría sorpresa e indignación.

La llamada telefónica procede del departamento de Nóminas del Consistorio y en ella se les informa del ingreso en la próxima paga del dinero que en su día estos mismos funcionarios aportaron, de forma voluntaria, para ayudar a los ciudadanos de Haití, azotados por un trágico movimiento sísmico.

Hace cerca de tres años, en 2010, el Ayuntamiento lanzó una llamada de auxilio a su plantilla: hacía falta dinero para ayudar a Haití. La respuesta no se hizo esperar y muchos miembros de la misma aportaron diferentes cantidades de dinero para el devastado país.

Ahora, cuando desde las propias dependencias municipales se les informa que este dinero les va a ser devuelto, quienes aportaron fondos se preguntan, primero, las causas de que la cantidad recaudada no se haya utilizado para el fin benéfico inicialmente anunciado y, después, a qué ha destinado el gobierno local este dinero durante los últimos tres años si no lo ha remitido a Haití o a alguna ONG que trabaje en este país.

Muchos de estos funcionarios, en conversación con este Diario, se mostraron indignados preguntándose incluso si el Ayuntamiento de Cádiz aportaba dinero al tercer mundo, asumiendo que, a pesar de cómo la crisis estaba tocando de lleno a la sociedad gaditana, había otros países, como la misma Haití, que sufrían unos índices de pobreza más acusados que los que ya comienzan a darse en España.