El Ayuntamiento de Cádiz cerró ayer uno de los acuerdos urbanísticos más importantes de las últimas décadas en la capital: el paso a manos de la ciudad de los históricos depósitos de tabaco en el barrio de Loreto. Se cierra así un proceso que se ha alargado en el tiempo más de lo inicialmente esperado pues la firma del convenio ha tenido que esperar a la aprobación del nuevo PGOU por parte de la Junta de Andalucía. Ello ha impedido que el edificio se utilizase, de manera provisional, durante los actos de conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812.

La inclusión de estos depósitos, con algo más de un siglo de existencia, en el patrimonio municipal supone una de las operaciones de mayor calado en años sólo comparable con la recuperación de los terrenos de los cuarteles de Varela o la futura, y esperada, ocupación del castillo de San Sebastián.

El calado de la operación cerrada ayer por la alcaldesa, Teófila Martínez, y el director general de Logista (filial de Altadis), Antonio García Villanueva, es evidente: la ciudad consigue cinco inmensas naves, con más de 10.000 metros cuadrados de superficie en total más otros tantos en naves abiertas, que el Ayuntamiento va a convertir en el que será el mayor complejo socio-cultural de la provincia, similar al exitoso Matadero de Madrid, además de los dos pequeños edificios utilizados en su día como oficinas y una superficie de 8.000 metros cuadrados que el municipio, en su día, cederá a la Universidad para la construcción de la nueva Facultad de Medicina. Mientras no se ejecute esta obra este terreno funcionaría como espacio público abierto.

Pero hay más. El convenio deja en manos de Logista un solar de unos 2.000 metros cuadrados de superficie que se sitúa en todo el frente de la avenida de Juan Carlos I, resultante del derribo de las naves anexas levantadas hace unas décadas y, por ello, sin relevancia histórica y urbanística. Allí la empresa de Altadis podrá levantar hasta 188 viviendas en dos torres. Una tendrá 20 plantas y estará destinada a viviendas de renta libre. Cuando se construya se convertirá en el edificio más alto de la ciudad y se unirá a una serie de hitos arquitectónicos que el nuevo PGOU incluye en la avenida del soterramiento. La otra daba cabida a viviendas de protección oficial con una altura de 12 plantas. En total serán 20.000 metros cuadrados de edificabilidad en altura y 7.000 bajo rasante. La parcela se completará con una amplia zona verde.

Ahora el Ayuntamiento tiene tres meses por delante para elaborar el proyecto de urbanización mientras que ya se han inscrito en el registro todas las fincas. A su vez, los técnicos de Logista analizarán el mercado inmobiliario para ver las posibilidades de la parcela que queda en sus manos, antes de comenzar la construcción de las viviendas, según indicó a este diario su director general.

Por parte del Ayuntamiento no hay fecha concreta para la apertura de estas nuevas instalaciones. Cierto es que las mismas se encuentran en muy buen estado de conservación, pero la importancia de lo que allí se puede abrir es tal para el conjunto de la economía no sólo de los barrios vecinos (Loreto, Puntales, Cerro del Moro...) sino para el conjunto de la ciudad que en este caso las prisas acabarían siendo malas consejeras. En todo caso, Martínez dejó caer usos muy diferentes: "desde una muestra de productos agroalimentarios americanos, hasta una nave para grabar cortos o spot, mientras que en otra se celebra un concierto para jóvenes". Todo con una premisa: no hacer un centro estático y sí dinámico.

Un centro que se levanta a escasos metros del solar donde "algún día", dijo la alcaldesa, la Junta tendrá que construir el prometido Hospital Regional de Cádiz y poner el dinero para que la UCA saque adelante la nueva Facultad de Medicinas. Pero eso, ayer, era otra historia.