La sombra de la polio ha aparecido en los últimos días en ciudades como Nueva York y Londres, según recogen sendos reportajes de New York Times y El País. Este virus que se pensaba erradicado ha sido encontrado en aguas residuales de las nombradas megalópolis. Y ya se conoce un caso de un adulto contagiado en la ciudad estadounidense, de ahí los temores a que los casos puedan aumentar en los próximos días.

El hallazgo de polio en aguas residuales reportado por sanitarios neoyorquinos y londinenses, además del positivo, aviva el miedo de una enfermedad que tan solo es endémica, informa El País, en Afganistán y Pakistán. Y aún así, no se reportan muchos casos al año. No obstante, la amenaza de una transmisión local en ciudades tan globales como Londres y Nueva York ha servido para activar las alertas. Hoy por hoy, siguen considerándose zonas amenazadas por la polio a toda África, el Sureste Asiático y el Mediterráneo Oriental.

Esta enfermedad llegó a ser un problema en los años 50 en Estados Unidos cuando no existían vacunas. Entonces, muchos niños sufrieron disfunciones en su movilidad, parálisis y en casos severos incluso la muerte. Sobre todo, en los barrios más pobres donde las condiciones de higiene eran más deficitarias. 

Algunas de las hipótesis que manejan los sanitarios es que personas vacunadas de polio, a quienes se les suministra el virus debilitado, hayan podido propagar el virus a través de las aguas fecales.

¿Qué es la polio?

Según el departamento de salud del estado de Nueva York, la poliomielitis es una enfermedad viral que afecta a la médula espinal que causa debilidad muscular y parálisis. Principalmente, la contraen bebés y menores de 5 años. Aunque suele ser una enfermedad incapacitante, si se da en personas más mayores puede llevar directamente a la parálisis.

¿Cómo se contagia la polio?

Una persona infectada de polio puede contagiar a otra a través de las heces e incluso a través de la saliva. Pero los casos más habituales se dan por entrar en contacto con los residuos de un infectado y después llevarse la mano a la boca o por consumir comida o agua contaminada con restos de heces de personas enfermas. De ahí que se hayan activado las alertas por la presencia de poliovirus en aguas residuales de Londres y Nueva York.

¿Cuáles son los síntomas?

Lo curioso es que el 95% de los infectados no tienen síntomas, pero sí que puede transmitir la polio. En un 4-5% de casos, los afectados pueden tener fiebre, dolor muscular, náuseas, vómitos. Y en menos de un 1% es tan grave que puede causar dolor muscular muy agudo y parálisis. La incubación es de unos cinco días.

En cuanto al tratamiento de la polio, no existe uno concreto, solo el apoyo médico constante. Eso sí, en caso de tener la vacuna de la polio, no hay riesgo alguno. Así que la mejor forma de protegerse es con la vacunación, cuya dosis se administra vía oral.