La Navidad es una época llena de celebraciones, lo que implica de igual forma excesos en las comidas, lo cual está muy bien. Pero ahora, que toca volver a la realidad, seguro que tu cuerpo está pidiendo a gritos que eches el freno y te alimentes de manera más equilibrada.
Con el último trozo de roscón finalizamos la Navidad y damos por terminados también unos días de excesos, por lo que ahora toca recuperar los menús semanales de comidas y cenas caseras. Aunque seguramente aún lidiaremos con esos polvorones rezagados, con los últimos pedazos de roscón y alguna que otra tableta de turrón, pero el desenfreno gastronómico llega a su fin. Lo mejor es ir retomando las rutinas poco a poco y sin sobresaltos.
Después de estas fiestas navideñas, no tendremos muchas ganas de cocinar y complicarnos en exceso, así que para la primera semana preparemos un menú con ideas caseras y sencillas, con platos hogareños que saben a cotidianidad y que también traen confort durante estos días fríos de invierno.
Comidas y cenas equilibradas, sabrosas y nutritivas que se podrán adaptar según las necesidades y gustos de cada uno. En ocasiones, podremos darnos algún caprichito como pueden ser los dulces o el chocolate, pero siempre sin excederse. A continuación, te dejaremos un menú fácil y sencillo para que afrontes de la mejor manera posible este comienzo de semana después de las Navidades.
Menú semanal
Lunes
- Comida: Fideos de arroz con salteado de tofu y pimiento.
- Cena: Milanesa de garbanzos
Martes
- Comida: Rodajas de merluza con patatas al vapor
- Cena: Falso cuscús de brócoli con huevo a la cúrcuma
Miércoles
- Comida: Ensalada de garbanzos con cilantro y limón
- Cena: Alcachofas con jamón
Jueves
- Comida: Medallones de solomillo con salsa de naranja
- Cena: Arroz tres delicias
Viernes
- Comida: Empanadillas de atún y tomate
- Cena: Tacos de carne con guacamole
Sábado
- Comida: Sepia al ajillo
- Cena: Judías verdes con calabacín
Domingo
- Comida: Ensalada de hinojo
- Cena: Crema de nabos y puerro
Para los desayunos podremos optar entre la fruta, los cereales y el pan integral (con el socorrido aceite de oliva, tomate, jamón, pavo o incluso aguacate y salmón), los lácteos y la leche desnatada o alguna infusión. Para la merienda y la media mañana, una pieza de fruta, un lácteo desnatado, infusiones o algún snack integral nos podría ayudar a mantener el hambre o las ansias de comer a raya hasta la hora del almuerzo.
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