Sevilla | Última novillada de abono

Cara y Cruz para el novillero cordobés Manuel Román en la Maestranza

El novillero cordobés Manuel Román en la Maestranza.

El novillero cordobés Manuel Román en la Maestranza. / Plaza de Toros La Maestranza.

El joven novillero cordobés Manuel Román hizo su presentación con picadores en la noche de ayer en la Maestranza sevillana. En noche calurosa, el torero de Santa Marina, y vestido de malva y oro, Román trenzó el paseíllo sobre el albero sevillano, acartelado con el galo Lalo de María y Mario Navas, quienes se las entendieron con una novillada de Nuñez de Tarifa, que a la postre resultaron de juego desigual, mejores los tres primeros, aunque con matices, y más broncos y peor juego los lidiados en la segunda parte del festejo.

Manuel Román evidenció su particular concepto del toreo en el tercero de la suelta, al que recibió con unos vibrantes lances a pies juntos que remató con un airoso recorte. Ya con la tela roja inició el trasteo con un toreo fresco, clásico y con su particular concepto.

Tanto es así que el maestro Tristán ordenó a sus músicos atacar los compases del pasodoble Manolete, comenzando la faena a tomar visos de algo grande. Todo se fue desvaneciendo cuando el utrero fue perdiendo fuelle.

Román intentó mantener el nivel de la faena pero ya era muy complicado. Mató de estocada y tres golpes de verduguillo, que le impidieron cortar algún trofeo tras una petición no atendida por el palco. Aún así paseo el anillo entre el clamor de la afición.

En el que cerró plaza, un animal a contra estilo, bronco y manso, el joven torero de Córdoba solo pudo mostrar ganas de agradar y poco más. Fue prendido de manera fea al entrar a matar, quedando durante unos segundos entre las patas del novillo. Fue trasladado inconsciente a la enfermería, donde el doctor Mulet le atendió de varias contusiones y conmoción cerebral. Cara y cruz pues para la joven promesa de Córdoba.

Lalo de María fue volteado de fea manera al recibir el primero del festejo. Luego el francés evidenció oficio y ganas de agradar, pero no terminó de conectar con el tendido. En el cuarto, un animal complicado, tampoco pudo lucir. Lo intentó y pronto desistió de lucimiento para tomar los aceros.

Mario Navas es un torero de la escuela castellana. Sobrio y seco, pero con un concepto del toreo muy clásico. Se topó con dos animales que no le permitieron un lucimiento excelso, pero dejo marchamo de torero de buen concepto y buena disposición.

En su primero estuvo correcto ante un novillo que se paró muy pronto. Su segundo, un animal de complicado juego, le cuajó un trasteo con mucho oficio, de menos a más, pero de poca repercusión en el tendido.

La ficha del festejo

  • Ganadería. Novillos de Núñez de Tarifa, bien presentados pero desiguales entre sí, y de juego también desigual. Mejores los tres primeros y menos aptos para el lucimiento los tres últimos, algunos con peligro sordo.
  • Lalo de María (ciruela y oro). Media perpendicular (ovación con saludos) y pinchazo y estocada (ovación con saludos)
  • Mario Navas (verde botella y oro). Dos pinchazos y medía estocada tendida (ovación) y estocada (ovación con saludos)
  • Manuel Román (malva y oro) . Estocada y tres descabellos (vuelta al ruedo tras petición) y pinchazo resultando cogido.
  • Incidencias: Plaza de toros de Sevilla. Novillada con picadores. Media plaza en noche calurosa.
  • Destacaron entre las cuadrillas, Lipi y Fini en la brega y Javier Ambel, tanto con las banderillas –saludo en el sexto- como con la brega.

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