Se enfrenta a 11 años de cárcel y el pago de 25.000 euros. Cuidaba a su sobrina y le grababa vídeos mientras los padres trabajaban.

Los arrestados poseían también pornografía infantil. En la operación colaboraron Interpol, Europol y los cuerpos policiales de Rumanía y Argentina.

Abusó de su "relación fluida como padre e hija" desde los dos años. La petición de condena incluye 5 años sin trabajar con menores.

La Guardia Civil y la Policía Autonómica de Cataluña ha conseguido desarticular al grupo, que contaba con más de 550 clientes en 44 países. Disponía de un catálogo con 2.000 títulos para su venta por internet y correo postal. En total hay 12 personas detenidas y otras 31 en calidad de investigadas.

Se hacía pasar por una chica adolescente en las redes sociales para conseguir el material pornográfico. La alarma saltó por la denuncia de los padres de una de las víctimas. Varias familias más han denunciado.