Tribuna

La importancia de la atención psicológica en pacientes con cáncer

  • En torno al 30% de las personas que son diagnosticadas con cáncer presentan problemas psicológicos, principalmente relativos a la ansiedad y la depresión

La importancia de la atención psicológica en pacientes con cáncer.

La importancia de la atención psicológica en pacientes con cáncer.

Ana Sanz. Ana Sanz.

Ana Sanz.

La pandemia del Covid-19 está generando un importante impacto en todas las áreas de la vida de una persona, entre ellas la psicológica. Si a estos meses de incertidumbre le sumamos un diagnóstico oncológico es esperable que los pacientes experimenten un intenso malestar emocional que requiera de especialistas en psicología para su manejo adecuado. En concreto, en torno al 30% de las personas que son diagnosticadas con cáncer presentan problemas psicológicos, principalmente relativos a la ansiedad y la depresión, que dificultan afrontar adecuadamente la enfermedad y los tratamientos y que, de forma paralela, impactan en su calidad de vida.

Estas emociones negativas pueden estar presentes a lo largo del proceso de la enfermedad y no solo en el momento del diagnóstico. Por ejemplo, las mujeres con cáncer de mama van a tener que enfrentarse a diferentes cambios a lo largo del proceso que incluyen la alteración de su autonomía y estilo de vida, influencia en la autoestima e imagen corporal, consecuencias de los tratamientos y sus efectos secundarios o afectación en sus relaciones personales, incidiendo de manera directa en la salud mental del paciente que puede experimentar ansiedad y bajo estado de ánimo.

Para la recuperación emocional y física de los pacientes oncológicos, la atención psicológica especializada juega un papel fundamental porque se centra en el apoyo psicológico y emocional en todo el proceso de la enfermedad, desde el diagnóstico hasta el final de la vida y la atención al duelo si es preciso. Este acompañamiento psicológico del paciente por parte de un especialista va a suponer una mayor adhesión a los tratamientos médicos, manejo y aceptación de sus efectos secundarios, niveles más bajos de malestar emocional y, por tanto, una mejora en la calidad de vida y por todo ello, la figura del psicooncólogo cada vez tiene mayor presencia en España. Sin embargo, la Fundación para la Excelencia de Calidad de la Oncología (ECO) y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) apuntan que, a pesar de los beneficios de este apoyo psicológico para los pacientes, solo el 20% de los oncólogos ofrecen este servicio a las personas que padecen cáncer, pese a que el 40% de los pacientes diagnosticados con esta enfermedad presentan trastornos emocionales.

Cáncer de mama

Con motivo del Día Internacional de del Cáncer de Mama, que se celebra el 19 de octubre, me gustaría hacer hincapié en las características psicológicas de las mujeres con cáncer de mama. Al igual que otros cánceres, el diagnostico de mama puede generar un elevado impacto emocional en la persona, observándose respuestas similares también en sus parejas, de tal forma que afecta al sistema familiar. Además del malestar psicológico común a otras enfermedades oncológicas, las mujeres con cáncer de mama se enfrentan a tratamientos y sus efectos secundarios que pueden afectar a su autoestima y la imagen corporal (pérdida del cabello, aumento de peso, cicatrices, secuelas de la cirugía, pérdida de la mama…); dificultad en la recuperación de la autonomía y del estilo de vida anterior (sueño, alimentación y ejercicio físico). Y en último lugar, a las consecuencias directas de los tratamientos que pueden conllevar problemas de fertilidad, de movilidad, retención de líquidos y/o una menopausia más intensa.

Una vez finalizados los tratamientos, los ritmos vitales y cotidianos se van recuperando, pero no de la forma ni con la rapidez que las pacientes y su entorno desean, lo que puede derivar en emociones negativas, como por ejemplo frustración o soledad, así como dificultades en la reincorporación a su vida habitual. A esto se le añade, que algunos de los efectos secundarios de los tratamientos pueden permanecer, como por ejemplo la fatiga, las dificultades en atención y memoria, los problemas en la sexualidad.

Ante estos cambios es importante que la persona se permita experimentar las emociones y preocupaciones que siente, sin juzgarse, y que pueda expresarlas, para ello es necesario una buena comunicación familiar y en pareja. Además, buscar un nuevo equilibrio entre las actividades previas a la enfermedad, que se pueden mantener, y las incorporaciones necesarias puede ayudar a potenciar la sensación de bienestar y percepción de control. Una de nuestras funciones como psicooncólogos es facilitar la adaptación y el afrontamiento de las pacientes al proceso de la enfermedad, así como a los cambios y desafíos que van a experimentar.