La Organización Mundial de la Salud ha advertido recientemente que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción en el mundo y estima que cada año se cobra la vida de 17.9 millones de personas cada año.
El organismo detalla que estas dolencias “constituyen un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos que incluyen cardiopatías coronarias, enfermedades cerebrovasculares y cardiopatías reumáticas. Sin embargo, el 80% de estás defunciones se podrían evitar con unas medidas de prevención”.
En este sentido, la Fundación Española del Corazón ofrece diez consejos básicos con los que mantener estas enfermedades a raya.
Alimentación saludable
La dieta mediterránea, que consiste en el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, evitando en lo posible tanto azúcares libres como grasas trans y limitando la ingesta de grasas saturadas en favor de las no saturadas, presentes en pes- cados, aguacates, frutos secos y aceite de oliva, es uno de los pilares para proteger la salud cardiovascular. Si además se controlan las calorías de esa alimentación, ingiriendo menos de las que se gastan, se logra controlar los principales factores de riesgo de forma más eficaz.
Actividad física frecuente
El deporte previene todo tipo de enfermedades neurodegenerativas, trastornos mentales, de ansiedad, depresión, problemas de sueño, cáncer, patologías del aparato locomotor… Y entre esos beneficios también se encuentra la prevención de patologías del aparato cardiovascular, reduciendo la mortalidad por esta causa. La recomendación es practicar al menos 150 minutos por semana de ejercicio aeróbico moderado o intenso o al menos 75 minutos por semana de ejercicio vigoroso o un equivalente combinado.
No fumar
Dejar de fumar es uno de los mejores regalos que una persona se puede hacer, apunta la Fundación Española del Corazón. La huella del cigarrillo queda impresa en el organismo en múltiples formas: el tabaco acelera la ateroesclerosis, conocida como la enfermedad de las arterias, un proceso de degeneración que ocurre con el paso del tiempo pero que se acelera y adelanta por factores como el tabaco. Pero los efectos de abandonar el tabaco son visibles ya en las primeras semanas, porque dejar de consumir las más de 4.000 sustancias tóxicas que contiene un cigarrillo proporciona una serie de cambios que benefician a la salud del corazón.
Controlar el peso
La obesidad es un importante factor de riesgo cardiovascular. Se ha definido clásicamente a través del Índice de Masa Corporal (IMC), que relaciona el peso con la altura. El IMC se mide dividiendo el peso en kilogramos por la altura en metros al cuadrado, y atendiendo a la cifra resultante, hablamos de obesidad cuando esta supera los 30 kilos por metro cuadrado.
Sin embargo, aunque sirve de orientación, los expertos consideran que el IMC no refleja el grado de grasa corporal total. Por eso, se puede usar también otra medida que puede ayudarnos a averiguar si estamos ante un caso de obesidad o no. Es el perímetro abdominal, que refleja la cantidad de grasa visceral, la más perjudicial para el organismo. Este es el índicecintura/cadera (ICC), que se calcula dividiendo el perímetro de la cintura de una persona por el perímetro de su cadera. Se considera ideal que este valor sea inferior a 0,8 en mujeres y a 0,95 en hombres. Por encima ya se puede haber sobrepeso y obesidad.
Controlar el colesterol
El colesterol es una sustancia de grasa natural necesaria para el normal funcionamiento del organismo. Pero, cuando sus niveles se disparan, se pone en riesgo la salud, porque se multiplican las posibilidades de sufrir un infarto de miocardio. Esto se debe a que cuando las células son incapaces de absorber todo el que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de las arterias. Por eso es importante controlarlo a través del ejercicio y del consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas.
El azúcar, a raya
Entre las consecuencias de la diabetes, una de las principales es que afecta a los vasos sanguíneos, lo que incrementa el riego de ictus y de infarto de miocardio, al igual que puede provocar infartos en otros órganos. Para prevenirla es clave llevar un estilo de vida saludable.
Ojo con la tensión arterial
Mantener a raya la hipertensión es fundamental, porque de lo contrario esta patología puede acarrear complicaciones graves, como infartos o ictus, además de nefropatías y otras enfermedades.
Vigilar la salud emocional
La salud emocional juega un papel fundamental en el estado de la salud cardiovascular, ya que este estado tiene un papel protector sobre nuestro corazón. Por este motivo, es importante prestar atención a cómo nos encontramos emocionalmente. Y, en caso de tener problemas, los expertos recomiendan buscar ayuda a través de los profesionales de la salud mental.
Evitar la contaminación
La contaminación afecta a la salud cardiovascular, porque las partículas diminutas pasan al torrente sanguíneo y dañan las paredes interiores de los vasos sanguíneos, haciendo que se estrechen y endurezcan, indica la Fundación. Española del Corazón.
Individualmente se puede intentar reducir el impacto de esta caminando o yendo en bicicleta en lugar de conducir, evitando calles con tráfico; comprobando los niveles de contaminación atmosférica a través de aplicaciones móviles que indican cómo es la calidad del aire; consumiendo fruta y verdura; y haciendo ejercicio regularmente en rutas verdes.
Consultar dudas al médico
En el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, el papel del paciente es especialmente importante. Resolver con el médico todas las dudas que se tenga respecto a la prevención o el tratamiento estas contribuye a mantener el corazón sano.
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