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Bienestar animal

Uno más de la familia

  • Adoptar una mascota es un excelente opción que conlleva una gran responsabilidad. En estas fechas, en la que muchos regalan un perro o un gato, hay que tener presente todo lo que significa cuidar de estos compañeros de vida

La adopción es una gran responsabilidad.

La adopción es una gran responsabilidad.

La Navidad es el periodo del año en el cual más mascotas se regalan. La decisión suele estar impulsada por el deseo de compartir el espíritu festivo y brindar un hogar a un animal necesitado. Sin embargo, también es una realidad que muchas personas optan por hacerlo sin considerar completamente las responsabilidades asociadas con su cuidado.

Sobre este asunto la Fundación Affinity ha publicado un estudio titulado “Él nunca lo haría” sobre adopción y abandono de animales de compañía, en el que indica que un 36% de las protectoras detectan que las peticiones de adopción crecen antes de estas fechas. Además, señala que el 67% de estas cree que parte de los animales abandonados a principio de año fueron regalos de Navidad.

En este sentido, esta entidad ha lanzado una campaña en la que, bajo el hashtag #NoSonUnJuguete, afirma que “perros y gatos no son un juguete, son mucho más. Son amigos que nos cuidan. Compañeros que nos hacen reír. Y confidentes que siempre están a nuestro lado. Por eso, vamos a tratarlos como se merecen: con amor y respeto”.

Y es que las alarmas han saltado debido a ese alto índice de abandono de mascotas en estas fechas, tal y como se ha apuntado anteriormente. De tal manera que protectoras, profesionales y organizaciones del sector se han manifestado sobre este asunto. Por ejemplo, la Real Sociedad Canina ha iniciado una campaña para prevenir este repunte y concienciar sobre la importancia de tener una mascota y acogerla en nuestro hogar. ‘Más que un regalo, uno más de la familia’. Una frase que sentencia lo que se debe tener en mente al plantearse llevar un perro a casa: no es una moda, no es un regalo para recibir con entusiasmo y luego desatender; es un miembro más de la familia desde el momento en que lo incorporamos a nuestra vida.La advertencia para frenar el abandono no es solo a nivel moral, también a nivel legal, apunta la organización canina.

Los animales de compañía necesitan mucho cariño. Los animales de compañía necesitan mucho cariño.

Los animales de compañía necesitan mucho cariño.

“Estas serán las primeras Navidades con la Ley de Bienestar Animal ya en vigor a falta del desarrollo reglamentario. Ahora bien, el texto es bastante claro frente a los abandonos, que considera infracción grave y, por lo tanto, multable con entre 10.000 y 50.000 euros. Recordemos que también establece el límite de 24 horas como tiempo máximo que un perro puede permanecer solo, a partir del cual se consideraría abandono”, subraya la Real Sociedad Canina.

Por lo tanto, llevar un animal a casa por impulso, sin el compromiso de cuidarlo, puede ser un ‘capricho’ bastante caro.

En caso de que finalmente, se decida incorporar un animal de compañía a la familia, mejor que comprar una mascota, es inclinarse por la adopción, apuntan en la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA), porque “se salvan dos vidas, la del que se adopta y la del que puede ocupar esa plaza que queda en el centro o en una casa de acogida”.

Además, antes de comprar o adoptar -siempre es preferible la segunda opción- es importante recordar que no se debe hacer a la ligera. Son seres vivos que tienen sus necesidades, se ponen enfermos, necesitan compañía y juegos, etcétera. Por ello, lo mejor siempre, para hacer las cosas bien, es pararse a reflexionar sobre algunas consideraciones.

Mejor que comprar una mascota es inclinarse por la adopción. Mejor que comprar una mascota es inclinarse por la adopción.

Mejor que comprar una mascota es inclinarse por la adopción.

Uno de los pilares más importantes a la hora de ampliar la familia es que cada miembro en el hogar esté de acuerdo con la decisión y, por supuesto, esté dispuesto a afrontar la responsabilidad que supone convivir con una mascota a largo plazo.

Planteamientos

Al respecto, la veterinaria Ana Vergel, en Huelva Información, señala que hay que plantearse que, “desde el primer minuto, adoptamos la responsabilidad de cuidar del animal durante muchos años, proporcionándole un buen hogar, una buena alimentación, visitas al veterinario y aportándole todo lo que necesite en cuanto a actividad y cariño”.

“La decisión de adoptar no debe tomarse sin pensar, ya que, por desgracia, puede haber un nuevo abandono”

La profesional asegura que “se trata de una decisión importante, que no debe tomarse sin pensar, ya que después, por desgracia, hay casos de nuevos abandonos, animales adoptados que son devueltos nuevamente, con suerte, a una casa de acogida, y en el peor de los casos, a la perrera. Imaginad lo que supone para ese animal pasar varias veces por un proceso de abandono, de sentirse en una casa a estar en el frío suelo de una jaula, solo nuevamente y muy asustado. Es impactante ver las caras de esos animales cuando tienen que sufrir esto”.

Ana Vergel también destaca que hay que tener en cuenta que un perro suele vivir entre 12 y 15 años y en los gatos la esperanza de vida supera los 15. “Durante estos años pueden aparecer nuevos miembros en nuestra familia, podemos cambiar de casa o estilo de vida por determinadas circunstancias y, a pesar de todo esto, ¡nuestra mascota debe permanecer a nuestro lado siempre! A la familia no se le abandona ni se deja de lado”, advierte.

También recuerda que durante el primer año de vida se concentran muchos gastos: vacunas, microchip, desparasitaciones, pruebas de enfermedades, esterilización, compra de accesorios (camitas, comederos, bebederos, transportín, juguetes…).

Asimismo, es importante saber que todas las mascotas necesitan un tiempo de adaptación al nuevo hogar, para ello es fundamental ser paciente, darle su tiempo y realizar los cambios necesarios en la casa para que la convivencia sea perfecta.

“La mascota debe permanecer a nuestro lado siempre. A la familia no se le abandona ni se deja de lado”

Una vez que se reflexiones sobre estos puntos es el momento de ponerse en contacto con la organización responsable del animal, para iniciar el proceso de adopción.

Helena y Carapán protagonizan el spot del Ayuntamiento de Chiclana. Helena y Carapán protagonizan el spot del Ayuntamiento de Chiclana.

Helena y Carapán protagonizan el spot del Ayuntamiento de Chiclana.

En este sentido, en Chiclana, se puede hacer a través de las diversas protectoras que trabajan en la ciudad o a través del Centro de Protección Animal Bahía de Cádiz. En este caso, hay que ponerse en contacto vía email a: cpabahiadecadiz@athisa.es, o bien por teléfono al número 956 39 91 35, en horario de lunes a viernes de 10.30 a 14 horas.

#Abandonozero

Todos los animales que alberga esta entidad han sido recogidos por haber sido entregados por sus dueños o por encontrarse perdidos o abandonados en los municipios de Cádiz, Puerto Real, Chiclana de la Frontera y San Fernando. Según esta, cada mes, entran en sus instalaciones una media de 185 animales, a los que se presta “toda la atención sanitaria y cuidados necesarios mientras les buscamos un hogar adecuado. En este refugio no aplicamos la eutanasia por plazo, porque confiamos en que la inmensa mayoría de los animales son adoptables. Está en manos de todos llevar a cabo una tenencia responsable de nuestros animales de compañía que posibilite alcanzar nuestro objetivo el #Abandonozero”, afirma.

Además de esta, existen protectoras, refugios, albergues, asociaciones y otras entidades sin ánimo de lucro de carácter local, que ofrecen la posibilidad de adoptar mascotas de diferentes edades, tamaño, razas y características.

Cómo adoptar

¿Cómo hacerlo? Pues bien, lo normal es que cada entidad establezca sus propias pautas, pero a grandes rasgos esto es lo que se suele tener en cuenta: las protectoras, normalmente, realizan entrevistas personales a los candidatos para tratar de ajustar sus necesidades al animal o a la raza.

Asimismo, tienen en cuenta aspectos como el lugar de residencia, si hay hijos pequeños, si la persona tiene tiempo para darles paseos o si hay algún otro animal en casa. Lo ideal sería, en el caso de que la protectora esté cerca de la casa, acudir directamente allí, para poder, incluso, contactar con el animal antes de que sea entregado.

Las protectoras realizan entrevistas a los candidatos para tratar de ajustar sus necesidades al animal

Si las adopciones son de perros, se entregan a sus dueños con las correspondientes vacunas, desparasitados, esterilizados, con la prueba de leishmaniosis y con el correspondiente microchip.

Carapán vive ahora con dos gatas. Carapán vive ahora con dos gatas.

Carapán vive ahora con dos gatas.

Además, hay que firmar un contrato con la protectora, por el que el adoptante se compromete a cuidar al animal o a devolverlo en el caso de que sus circunstancias cambien y no pueda hacerse cargo.

Al adoptarlo, se suele abonar una cantidad de dinero como concepto de donación a la asociación y para cubrir los costes de la mascota (microchip, vacunas, veterinario, etc.). La cantidad varía en función de la entidad y de la raza, en líneas generales, pero el precio medio puede rondar los 180 euros en el caso de los perros si son cachorros menores de 4 meses y los 100 euros en adultos hasta 7 años. Los mayores de 10 años suelen ofrecerse de manera gratuita.

Durante las primeras semanas, es probable que la protectora realice un seguimiento del animal para evaluar si se adapta bien a la nueva familia.

Es recomendable llevar a la mascota al veterinario para que realice las pruebas pertinentes y confirme que se encuentra en buen estado. Asimismo, en el caso de los perros, además de la vacuna de la rabia, también conviene poner otras, como la del moquillo.

Carapán y Helena

Sobre la importancia de adoptar y hacerlo bien, el Ayuntamiento de Chiclana ha lanzado una campaña con dos protagonistas de excepción: Carapán y Helena. Carapán es “más bien un reno que un perro”, afirma Helena riendo, y es que este mestizo con cruce de American Stanford antes de ser adoptado se cree que fue usado como sparring en peleas de perros y, como consecuencia de ello, tiene las orejas troceadas.

Su vida y la de Helena cambiaron radicalmente cuando hace seis años aproximadamente se encontraron en un lugar muy cerca de una carretera, donde Carapán deambulaba en busca de comida. Fue amor a primera vista. “Sentía como me miraba. El tenía mucho miedo, no se dejaba coger, así que abrí el maletero del coche y enseguida se subió”.

Desde entonces, no han vuelto a separarse. Sin embargo, hasta llegar momento actual, tuvieron que superar un sinfín de obstáculos. “Tenía una infección brutal en los oídos que lo ha dejado un poco sordo, heridas por todo el cuerpo y leishmaniosis”. Y es que, de inmediato, Helena acudió a una consulta veterinaria, donde se confirmó que no tenía chip y donde recibió tratamiento durante meses. A todo ello se añadió problemas de comportamiento, por lo que tuvo que ponerse en manos de un etólogo. “Todo se debía al miedo por la vida tan dura que había tenido. Hoy su comportamiento es excelente y vivimos muy felices con tres gatas”.

Carapán es ahora un perro feliz y sociable. Carapán es ahora un perro feliz y sociable.

Carapán es ahora un perro feliz y sociable.

Después de esta experiencia, Helena afirma contundentemente que “la gratitud que te demuestra un perro adoptado es inmensa”. Y agrega: “Cuidar a alguien que tiene un estigma, que es adulto y verlo evolucionar día tras día y cómo su vida cambia, es muy gratificante”.

“Carapán hoy tiene un comportamiento excelente y vivimos muy felices con tres gatas”

Asimismo, pone de manifiesto lo importante que es acudir a un veterinario. “En nuestro caso, ella se ha transformado en nuestra mejor amiga. Ella sanó sus heridas, fueron visitas continua y sentí su apoyo siempre”. Helena concluye hablando de todo lo que hoy le aporta Carapán: “La vida me ha cambiado radicalmente a mejor. Me da felicidad, no sé qué es la soledad, me ayuda a socializar y es un aliciente para salir a pasear”. Y aconseja adoptar: “Eso sí, siempre desde la responsabilidad, hay que ser consciente de que se le debe dar un bienestar total”.

Y es que la recompensa que se obtiene es infinita. Aunque algunas mascotas –como Carapán- pueden ser temerosas o asustadizas en un principio, su capacidad de agradecimiento a medida que se habitúan a la familia, seguro que llenará de felicidad el día a día. Adoptar a un animal contribuye a generar un vínculo de amor mutuo e incondicional, como el que existe ente Carapán y Helena.

Periodo de adaptación

Eso sí, tal y como le ocurrió a nuestros protagonistas y como se ha apuntado más arriba, hay que tener en cuenta que cuando llegan a casa necesitan de un periodo de adaptación, necesitan todo el apoyo posible, sobre todo, en los dos primeros meses, un tiempo para el que se requiere buenas dosis de paciencia. Así, es importante recordar que tanto los cachorros como los adultos no suelen estar educados para convivir en un hogar, no saben, por ejemplo, que no deben orinar en casa, robar la comida de la mesa o ladrar como locos cuando suena el timbre. No hay que desesperar. Todos los perros se pueden educar con tiempo y paciencia, al igual que Carapán. Y si es necesario se contacta con un buen profesional, que ayudará a conocer, querer y socializar a este nuevo compañero de vida.

Todas las necesidades básicas deben estar cubiertas de forma adecuada. En cuanto a la alimentación es importante ofrecerle un alimento correcto y equilibrado, siguiendo las pautas para su edad y su peso. Si es diferente al que está acostumbrado, es bueno hacer un periodo de transición progresiva.También es vital preparar el hogar y asegurarle un entorno confortable y seguro, que disponga un rincón especial, donde se sienta seguro, con su cama, su bebedero, su manta y algún juguete.

Dicho todo esto, si os estáis planteando adoptar, ¡adelante! No os arrepentiréis, estaréis salvando su vida y enriqueciendo la vuestra, ganado un compañero inseparable para siempre. Carapán y Helena son un magnífico ejemplo de ello.

Por fin una playa para perros en La Barrosa

En 2024, está prevista la inauguración de la  destinada a que mascotas y propietarios puedan disfrutar del sol y el mar juntos.

El espacio escogido por el Consistorio comprenderá, en principio, un tramo de unos 150 metros lineales de la playa de Lavaculos, entre el espigón y el aparcamiento que se encuentran en la curva de la Urbanización Costa Sancti Petri. Esta zona, a la que se podrá acceder a través de una pasarela de madera ya instalada, estará delimitada por líneas de balizas similares a las usadas en las zonas náuticas.

Dentro de este lugar, se acotará otra parcela, de 100 x 25 metros de amplitud, que servirá como parque canino, y en el que se incluirán equipamientos acordes con el entorno, como papeleras y otro tipo de mobiliario. Asimismo, todo el espacio contará con la debida señalética.

No hay que olvidar que en La Barrosa, actualmente, estos animales pueden hacer uso de la playa del 15 de octubre al 15 de mayo, dos meses más de lo que marca la ordenanza, gracias a un bando municipal.Con esta iniciativa, el municipio contará con un espacio pet-friendly, muy solicitado, tanto por residentes como por turistas que buscan disfrutar de las vacaciones con sus mascotas. En este sentido, es importante apuntar que la tendencia a viajar con estas no ha parado de crecer en los últimos años y, de hecho, muchos establecimientos turísticos se han ido adaptando para acoger a este tipo de clientes.

Y así lo han entendido también otros ayuntamientos de Andalucía. De tal manera que este parque de cánidos sería el cuarto de la provincia de Cádiz -Rota, San Fernando y Algeciras ya tienen uno- y el número catorce de la comunidad autónoma.

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