En esta época en la que lo digital está dejando de lado al papel, hay algunas personas a las que un e-book apenas les dice nada pero que se vuelven locos a la hora de adquirir un libro encuadernado. Lo de menos es la lectura del ejemplar, poseerlo y almacenarlo por placer, a eso se dedican quienes sufren de tsundoku.
Aunque pueda parecer una simple manía, lo cierto es que en el fondo la persona que sufre este síndrome experimenta varias disfunciones a la vez. Por un lado, llega a pensar que por estar rodeada de libros, posee más conocimientos que el resto. Sin embargo, también llega a sentirse abrumado y frustrado por no poder leer todo lo que acumula.
Si a eso le añadimos el gasto económico que supone la compra compulsiva de volúmenes y el espacio que ocupan la gran cantidad de ejemplares adquiridos, sufrir este mal puede ser un verdadero tormento.
Etimología
La palabra tsundoku viene de los términos de la jerga casual japonesa: tsunde-oku, que quiere decir "apilar cosas para luego y marcharse", y dokusho, que significa leer libros. La conjunción de ambos resulta en tsundoku.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios