Los alumnos andaluces avanzan, pero no lo suficiente para abandonar la cola de los resultados educativos. El último informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) -correspondiente a 2012- refleja una cierta mejoría de los estudiantes de 15 años de esta comunidad en lectura, matemáticas y ciencias, aunque aún lejos de alcanzar la media española y la de los países integrantes de la OCDE. Pese a que desde la Junta se aplaude dicha evolución y se garantiza que en seis años se logrará la convergencia, lo cierto es que el citado estudio refleja que Andalucía registra casi un año de retraso en las tres disciplinas respecto a las regiones (Navarra, Madrid y Castilla y Léon) que logran la máxima puntuación en ellas.

El informe PISA sitúa otra vez la educación andaluza a la cola de España. La comunidad vuelve a estar entre las cuatro últimas en la adquisición de conocimientos en materias que se consideran troncales: comprensión lectora, competencia matemática y ciencias. Por debajo de ella sólo se sitúan Murcia, Baleares y Extremadura. Ahora bien, este ínfimo escalafón no es óbice para resaltar el avance logrado desde 2009, cuando se llevó a cabo el anterior informe PISA.

Si se analiza por disciplina, en Matemáticas los alumnos andaluces de Secundaria (se han evaluado a 1.434) han obtenido 472 puntos, es decir, 10 puntos más que en 2009, diferencia que en España ha sido de un punto y en la media de la OCDE se ha retrocedido en dos. Respecto a la comprensión lectora, los estudiantes andaluces han conseguido 477 puntos, 16 más que en el PISA anterior, mientras que en la media estatal sólo se han sumado siete puntos en lectura y en la de la OCDE, tres. Ciencias es la asignatura en la que se registra un mayor avance, con 17 puntos de distancia respecto a 2009 al alcanzar los 486, una evolución que en todo el Estado ha llegado a los ocho puntos y en la OCDE permanece igual.

Para el consejero de Educación, Luciano Alonso, estos datos demuestran que en Andalucía se avanza "más rápido, de forma más intensa y además lo hacemos partiendo de una situación históricamente inferior al resto". De hecho, durante la valoración que realizó ayer del informe -que conocieron bien entrada la noche del lunes- se usó el mencionado avance para defender el modelo andaluz "basado en la inclusión, la equidad y la calidad" y contraponerlo a los "efectos" que tendrá la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) aprobada por el Gobierno y contra la que la Junta ha interpuesto un recurso en el Tribunal Constitucional. Luciano advirtió de que su aplicación podría "frenar" dicho avance, el cual, de seguir como actualmente, permitiría la convergencia con España en seis años.

Por ahora, ya se ha situado en el mismo nivel educativo de Estados Unidos, Austria, Hungría, Suecia, Francia, Noruega o Italia. Pese a que algunos expertos de estos países han alertado de los malos resultados obtenidos en el PISA, el consejero andaluz prefiere hacer un análisis "positivo" del informe, para lo que retrocede más de 30 años al señalar que "no hay que olvidar la posición de la que partía esta región antes de la democracia, con un elevado índice de analfabetismo".

Sin embargo, el hecho de que Andalucía haya registrado el segundo mayor avance en el PISA no ha de hacer olvidar la gran distancia que existe aún con las comunidades que coronan el ranking de las tres disciplinas analizadas. Así, en matemáticas la distancia con Navarra -la que logra el mejor resultado-es de 45 puntos; en lectura, en la que los alumnos madrileños obtienen la máxima calificación, la diferencia es de 35 puntos; y en ciencias los alumnos de Castilla y León (los mejores en esta asignatura) aventajan en 33 puntos a los andaluces.

Esta diferencia puntual, como indica el propio informe y corrobora el catedrático de Análisis Económico de la Universidad Pablo de Olavide, Antonio Villar (que ha participado en su elaboración), establece distintos niveles de escolarización. De este modo, un año de retraso equivale a 40 puntos de separación, cifra muy similar a la que diferencian a los adolescentes andaluces de los que registran los mejores resultados. Por tanto, en las tres disciplinas Andalucía acumula aún una media cercana a un curso de retraso en la adquisición de conocimientos respecto a las regiones españolas más brillantes en el PISA. Esta diferencia es todavía más brutal en otras comunidades como Extremadura, en la que la diferencia en el nivel de escolarización se acerca al curso y medio.

La falta de equidad en los datos académicos viene motivada por las condiciones socieconómicas de los estudiantes. El propio informe pone como ejemplo el rendimiento desigual en matemáticas, que atribuye en un 85% al contexto social al que pertenece el alumno, porcentaje que en el caso de Italia se reduce al 47%, prácticamente la mitad. También en este apartado la influencia de los factores sociales varían en función de donde se encuentre matriculado el adolescente. Así, Galicia, País Vasco y Castilla y León son las comunidades en las que el entorno social, cultural y económico del estudiante tiene un menor efecto en el éxito educativo.

Precisamente el aumento de la desigualdad en el territorio español es uno de los datos a destacar del informe PISA a nivel nacional. La propia secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, ha subrayado que la influencia del factor socieconómico en el rendimiento "es más elevado que en otros países por primera vez" y ello pese a que los resultados españoles siguen "estancados". Gomendio alude como posible causa de la falta de equidad en el aprendizaje al incremento de la proporción del alumnado inmigrante en las aulas, un dato que en Andalucía se ha estancado el último curso a consecuencia de la crisis. Para la secretaria de Educación, el sistema escolar actual resulta demasiado "rígido" para la diversidad que existe en las aulas.

Andreas Schleicher, asesor especial del secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, durante la presentación del estudio en Londres destacó al referirse a España el "importante" aumento de los recursos educativos entre 2003 (primer año del PISA) y 2012, aunque alertó de la "recaída" en el último año. Este factor, sin embargo, no es tan fundamental para Schleicher en la mejora de los resultados como "reducir el tamaño de las clases y otorgar más autonomía a los docentes".

Con todo ello, España ocupa el puesto 33 de los 65 países que han participado en el estudio con 484 puntos en matemáticas, 488 en Lectura y 496 en ciencias, una posición por debajo de la media de la OCDE y que la coloca en el grupo de los países que más han avanzado en el último trienio. Los escolares asiáticos son los que encabezan este ranking, especialmente los de Shanghái (China), con 613 puntos en Matemáticas (119 por encima de la OCDE y 129 de España).