Caso Madrid Arena

Madridec se desmarca y responsabiliza a Diviertt de la seguridad interior del recinto

  • El tercer acusado en declarar, Francisco del Amo, ha negado que él diera la orden de abrir el portón del la sala por el que se colaron más de 3.000 personas.

Francisco del Amo, que era coordinador de proyectos del departamento de operaciones de Madrid Espacios y Congresos (Madridec) cuando ocurrió la tragedia del Madrid Arena, ha responsabilizado a Kontrol 34, la empresa contratada por Diviertt, de la seguridad interior del recinto. 

Del Amo ha sido el tercer acusado en declarar ante la Audiencia Provincial de Madrid en la tercera sesión del juicio por la tragedia del Madrid Arena, en la que murieron cinco jóvenes por una avalancha humana ocurrida el 1 de noviembre de 2012. 

"Madridec siempre entendió que Kontrol 34 llevaba la seguridad interior del recinto", ha señalado. "Todos los correos (de Diviertt) decían que hasta 2009 nuestro equipo de seguridad era Kontrol 34 y luego los llamaron controladores de acceso", ha agregado. Y ha continuado: "Diviertt no quería nunca a personas de Seguriber en sus eventos". 

La mañana de este jueves el número 2 de Diviertt, Santiago Rojo, ha señalado a Del Amo como la persona que dio la orden de abrir el portón del recinto por el cual se colaron más de 3.000 personas en apenas veinte minutos coincidiendo con el inicio del espectáculo del Dj Steve Aoki. 

La Fiscalía sostiene en su escrito de calificaciones que primero Del Amo indicó a los vigilantes de Seguriber que la requisa se hiciera "más liviana" ante la proximidad del plato fuerte de la noche y que, después, acordó con Rojo la apertura del portón. 

Junto al principal acusado Miguel Ángel Flores y sus socios Rojo y Miguel Ángel Morcillo, la Fiscalía afirma que todos ellos tenían la intención de que "entraran en el pabellón el mayor número de personas en el menor tiempo posible", por lo que realizaron una serie de acciones con las que "incrementaron el riesgo ya generado por la venta de entradas". 

Sobre este asunto, Del Amo ha explicado que en un primer momento Flores le aseguró que habían vendido entre 4.000 y 6.000 entradas, por lo que comunicaron que la asistencia sería de unas 7.000 personas por seguridad, pese a que ha reconocido que el departamento de Arquitectura autorizó un aforo de 10.600 personas, siempre por plantas. 

Ya el día de la fiesta, ha dicho que Flores le señaló que la venta había ido bien pero no le especificó números, si bien ha admitido que le preguntaba "casi a diario" por la venta de entradas. 

Al igual que dijo Flores, Del Amo ha manifestado que no hubo una reunión con Seguriber ni con la Policía Municipal para hablar sobre la seguridad del evento, sino que el único encuentro que se celebró fue con Flores el 26 de octubre para tratar el aforo del recinto y, en concreto, el número de vigilantes a poner. 

"Flores pidió reducir costes y quitar vigilantes que no eran para su evento", ha señalado Del Amo, una petición normal en este tipo de negociaciones. Se eliminaron, ha dicho, cuatro vigilantes y perros pero, al contrario de lo manifestado por el principal acusado, se exige siempre un servicio medico y un número de ambulancias en función de los asistentes. 

Del Amo ha explicado que su función en materia de seguridad era la de intermediario entre el organizador y Seguriber. "Hacía a veces de hombre bueno u hombre malo, pero de seguridad hacía lo justito", ha agregado.

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