La alerta internacional en la búsqueda de Diana Quer, la joven madrileña desaparecida hace dos semanas en A Pobra do Caramiñal (La Coruña), se extendió ayer a Polonia y Grecia, según informó la asociación Sos Desaparecidos. Mientras tanto, el padre, Juan Carlos Quer, reconoció ayer que su hija tuviera en su entorno a "determinadas personas que podían estar bordeando la ley".

El presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, explicó ayer que la extensión de la alerta de búsqueda es el protocolo que la asociación sigue para casos como este, donde ya van más de dos semanas desde la desaparición y cabe la posibilidad de que la chica se encuentre en cualquier punto de España, e incluso de Europa.

Sin embargo, Amills precisó que ello no quiere decir que haya indicios de que se halle en el extranjero, y añadió que, de hecho, no hay "nada claro" en el caso, bajo secreto de sumario. La familia fue informada de que se activaría la alerta internacional y no se opuso.

SOS Desaparecidos, además, advirtió de que se debe respetar la labor de los investigadores, en un caso "muy mediatizado" en el que la activación del protocolo que deriva en la alerta internacional ha sido tomado "como algo especial", cuando no es así. En este sentido, el aviso por redes de la búsqueda de Diana Quer "supera en mucho lo normal" en cuanto a seguimiento, al haber sido compartido o pinchado ya unas 600.000 veces. También periódicos del extranjero, como uno luso, se hacen eco estos días de la desaparición.

Así las cosas, sigue en marcha el operativo de búsqueda que coordina la Guardia Civil, con investigación de objetos personales de la joven como su móvil y su ordenador y toma de declaración de testigos. El jueves y el viernes se realizaron batidas con la participación de voluntarios, pero terminaron sin éxito.

El padre de la joven reveló en una entrevista en el programa Espejo Público que el objetivo de la suspensión de las batidas es "evitar que se pueda interferir la labor de investigación, por si aparece alguna pista". Quer también valoró de forma positiva el "hermetismo absoluto" con el que el Instituto Armado lleva a cabo las indagaciones sobre el caso.

Asimismo, reconoció que los agentes de la Guardia Civil están tomando declaración a "ciertos testimonios" de "determinadas personas que podrían estar bordeando la ley". "No era lo que les tocaba a mis hijas, desafortunadamente, pero estaban en su entorno", apostilló Quer.

Además, este empresario reveló que su hija menor, -que ahora está bajo su custodia tras la decisión de un juzgado gallego- le explicó que "había tensión" en la casa familiar antes de la desaparición de Diana Quer. Según explicó en la entrevista televisiva, la joven "estaba en una situación vulnerable", lo que podría haberla llevado "a cometer imprudencias que en situaciones normales no haría". Sin embargo, aseguró no tener elementos de juicio para poder determinar si su hija -a quien se dirigió directamente para pedirle que volviese y darle ánimos- estaba pasando por una fase de depresión.