La Sierra vive estos días un puente típicamente otoñal, donde la meteorología ha condicionado las visitas y hospedajes en el primer tramo de la festividad de la Constitución. Sin embargo, las miradas están puestas en la segunda mitad de este puente que arranca este viernes y hasta el domingo, donde se espera una buena afluencia de un turismo de interior, que busca el calor de la chimenea, los placeres de la cuchara y rutas al aire libre para disfrutar de los paisajes. A rasgos generales, el alquiler de las casas rurales está tirando muy bien en este puente, que está considerado por el sector turístico de la Sierra el más importante del año y el que deja mejores beneficios a alojamientos, restaurantes y negocios locales.

El actual presidente de la Asociación de Turismo Rural de la Sierra de Cádiz y propietario del restaurante La Divina (El Bosque), Antonio Galindo, recuerda que hay reservas en pernoctaciones desde final de verano, sobre todo, en casas rurales. Sin embargo, la restauración está condicionada por el tiempo. “Se trata de un puente con dos mitades para muchos, con lo que se concentran las expectativas en el segundo tramo, que va desde este viernes y hasta el domingo”, añade.

A nadie se le escapa que la afluencia estos días a la Sierra es dispar, y los pueblos que tienen más tirón están más concurridos. La oficina de Turismo de Grazalema y Benamahoma realiza su propia radiografía del sector local. Y así, adelanta que se han dado “reservas estables desde hace tiempo en cuanto a alquiler de casas rurales” mientras que los hoteles están más pendientes del tiempo y de las reservas de última hora. En cuanto a la procedencia de visitas, se espera en estas mini vacaciones prenavideñas un turista andaluz, de provincias más alejadas de la zona como Almería, Granada y Jaén, que reserva noche. También se recibe un flujo estable de visitantes de provincias más cercanas como Cádiz, Málaga o Sevilla que, en algunos casos, echa el día y vuelve a casa.

“Se nota más afluencia que otros años, pero el gasto medio del ticket en los restaurantes no ha subido. Se aprecia una contención a la hora de pedir”, expresa Antonio Galindo. En este sentido, el sector turístico de la Sierra de Cádiz aprovecha este puente para lanzar algunas consideraciones y demandas para mejorar su realidad.

Comensales en el restaurante La Divina, en El Bosque.

Por ejemplo, el turismo de interior de la comarca, que tantos peldaños ha subido en los últimos años, se topa con una brecha casi infranqueable como es la estacionalidad. Una asignatura, que requiere de los esfuerzos públicos e institucionales para romperla, dicen los hosteleros. Si bien hay pueblos de la Sierra que se llenan los fines de semana, hay un descenso muy significativo entre semanas, sobre todo, en la restauración que hace muy cuesta arriba sostener estos negocios. Es decir, establecimientos que tiran muy bien el fin de semana, pero se las desea los días de diario cuando desciende la afluencia. Por tanto, el sector reconoce que la Sierra ha dado un salto cualitativo en gastronomía. Es un crecimiento importante, pero necesita para sostén de esos restaurantes de otras acciones para atraer a un público con poder adquisitivo, durante los días de diario.

"La comarca está un poco desvertebrada, hay pueblos que se mantienen durante la semana con un turismo activo, potenciado por agencias y tour operadores y otros que no. En España hay una media de un bar por cada 180 personas. Por ejemplo, en El Bosque, doblegamos la media. Y eso es difícil de llevar entre semanas”, reflexiona Antonio Galindo. Así que la Asociación de Turismo de la Sierra añade que el foco de la industria se pone en el fin de semana, pero se necesitan estrategias y que se actué de manera consciente para atraer a ese segmento de visitantes el resto de la semana. De lo contrario, el sector teme que no todos puedan resistir y ocasione cierres.

Otro tema que el turismo de la Sierra aprovecha para recordar es el relacionado con la contratación de mano de obra laboral. “Hay gente que en días de mucho ajetreo se puede ir sin comer porque no hay personal extra para echar una mano”, apostillan los hosteleros, que narran las dificultades para encontrar gente cualificada y los costes que supone este tipo de contratos.

Olvera aprovecha para montar un calendario de adviento.

De todos modos, los municipios de la Sierra buscan llenar de contenido estos días para atraer al público. Por ejemplo, con actividades para calentar el ambiente prenavideño. “El castillo de Olvera y la Cilla están abiertos todos los días del puente, de diez de la mañana a siete de la tarde. Se han programado citas guiadas. El Ayuntamiento oferta también otras acciones como un calendario de adviento para grandes y pequeños, cantacuentos…”, dicen los gestores de la Oficina de Turismo olvereña. El casco histórico de este pueblo se encuentra inmerso, ahora, en un proyecto de mejora, con lo que los visitantes utilizan un itinerario para alcanzar los puntos más vistosos del municipio.Arcos prepara estos días, también, todo un arsenal de propuestas de cara a estas Navidades y la celebración de su reconocido Belén Viviente, para el próximo 16 de diciembre. A esa cita del 16 se suman otros pueblos de la comarca, que también tendrán este tipo de representaciones.

Visitantes en el Jardín renacentista de Bornos.

Por su parte, el Ayuntamiento de Bornos ha programado para este puente la celebración de su Belén Viviente como un atractivo más que complementa su oferta, cuyo plato fuerte es todos los años la posibilidad de visitar el castillo palacio de los Ribera. Así que este 9 de diciembre, a partir de las cuatro de la tarde, tendrá lugar el belén en la Calle Calvario aledaños y ermita. Un vistoso evento en el que participa gran parte de los vecinos, asociaciones y hermandades perfectamente caracterizados. Unas 30 escenas compondrán este año el belén, con algunas novedades en como un ventorrillo, entre otros.