Tres bollitos en el alféizar de la ventana exterior del número 61 de la calle Ebro, en Villamartín, que habrían sido depositados por alguno de los panaderos que hacen la ruta por el pueblo un día sí y otro también y que no habían sido recogidos por el destinatario ya presagiaban que algo raro sucedía. Así que a un familiar de F.S.C., el anciano hallado muerto y ensangrentado en extrañas circunstancias la noche del jueves en su domicilio, que lo echaba desde hace algunas jornadas de menos y que se acercó a la vivienda en busca de algún dato no se le escapó, junto a un vecino, este detalle. Detalle evidente de que algo no iba bien, con lo que se decidió llamar a la Policía para que se personara en la casa para poder acceder a la misma y saber el paradero del hombre, de 78 años, que vivía solo. Y allí estaba sobre las nueve de la noche del jueves F.S.C caído muerto en extrañas circunstancias en el interior de su domicilio. Precisamente estaba en la planta alta de esta casa, lugar donde vivía.

El hombre, de 78 años de edad, era hallado sin vida rodeado de sangre, por lo que la Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación para determinar las causas del fatal siniestro. Como consecuencia de lo mismo tiene precintada la vivienda para recabar pruebas y poner luz a lo sucedido.Ante estas circunstancias, vecinos de la localidad se han levantado con estupor al conocer la noticia y son muchas las interrogantes que se han hecho. El hombre vivía solo en una casa de dos plantas en esta calle del núcleo urbano del pueblo. En la parte de arriba, los agentes dedicados al caso se encontraron el cadáver en extrañas circunstancias. De hecho, la Guardia Civil explica, en un comunicado que “los servicios médicos no certifican la muerte natural” del finado, con lo que se ha abierto dicha investigación.

“Era un hombre discreto, entraba y salía, hacía sus mandados. No tenemos idea de lo que ha podido pasar”, contó este viernes un vecino de esta vía relativamente céntrica del pueblo, donde en otro tiempo un gran cine y las películas que proyecta alegraba las largas tardes de los domingos de los vecinos de este pueblo serrano. Precisamente, el hermano de este hombre había sido portero de este establecimiento décadas y habría vivido en este domicilio con él hasta que entró en un centro residencial de la localidad.

Aseguran testigos del finado que pese a las circunstancias no han escuchado ruidos ni se han percatado de nada extraño en los últimos días que procediera de la vivienda del finado. “No sabemos si ha tenido una mala caída, si le han hecho algo, si le han robado, si...”, son los interrogantes que se diluían en una jornada con mucho calor en este pueblo.

Hay que recordar que a las dos de la madrugada de este viernes se procedió al levantamiento del cadáver de F.S.C., que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Cádiz para realizar la autopsia después de que los servicios médicos no certificaran la muerte natural. Hasta el lugar se personó la jueza de Arcos y el forense, además de la Policía Científica de la Guardia Civil. No fue hasta el amanecer cuando muchos vecinos se enteraron del grave suceso, cuyas causas quedan por esclarecer.