Villamartín vive este viernes uno de los días más grandes de su calendario festivo como es la Romería en honor de la Virgen de las Montañas. Tras dos años sin haber cortejo de carrozas y caballos por la crisis de la pandemia, los vecinos de la localidad y muchos visitantes no lo dudaron para echarse a la calle y acompañar los actos en honor a Nuestra Señora de las Montañas.
El Simpecado partió a primeras horas de la mañana desde Villamartín en dirección al santuario de Las Montañas. Allí, pasada la una de la tarde el obispo de Jerez, José Rico, ofició la solemne misa en compañía de sacerdotes y del que hasta ahora ha sido párroco local, Francisco Varela, a quien la feligresía quiso agradecer los años que ha estado en Villamartín ya que, a partir de ahora, su destino será Sanlúcar. Tras la misa, la Virgen Chiquita fue paseada a hombros por los alrededores de la ermita de Pajarete bajo el fervor y el cariño de vecinos de la Sierra.
Este año y tras la pandemia, la romería se celebra con su respectiva comitiva de carrozas, muchas personas andando detrás del Simpecado y caballistas. Como otros años, el Ayuntamiento coordinó para la seguridad un amplio despliegue de Policía Local, Bomberos, Guardia Civil y Protección Civil.
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