Semana Santa

Siete años después...

Eran las siete y media de la tarde cuando la normalidad se volvía a instalar en el Jueves Santo jerezano. Se plantaba en la pequeña plaza de Doctor Revuelta y Montiel la Cruz de Guía de la hermandad del Mayor Dolor tras siete años de ausencia. Siete años sin poder respirar el olor a azahar de los naranjos de la antigua plaza Escribano, sin poder ver capirotes ante el antiguo azulejo de la dolorosa del Mayor Dolor. Muchos años, tantos, que habría niños que ni siquiera conocerían que desde el histórico templo del patrón salían cofradías. Todos los malos momentos y la desangelada estancia en la Catedral desaparecieron de un plumazo cuando el Señor del Ecce-Homo y la Virgen del Mayor Dolor se pusieron en la calle ante una abarrotadísima plaza de la Asunción. El sueño se había visto cumplido al fin.

A parte del histórico momento por San Dionisio, la jornada de ayer fue de transición entre la extenuante jornada del miércoles, que concluyó a las 4 de la mañana del Jueves Santo en Santiago, y una larga Madrugá. La gente se echó a la calle bien entrada la tarde, teniendo en cuenta que había que guardar fuerzas para la noche y que prácticamente la totalidad de las hermandades, salvo la Redención, comenzaban sus estaciones de penitencia a partir de las seis y media de la tarde. Todo ello hizo del Jueves Santo una jornada que se escapó de las manos sin apenas darnos cuenta y que estuvo marcada por el sol, el frío y las pocas mantillas que se lucieron.

Redención salesiana

Es la Redención una hermandad que cada año se ve casi en la obligación de demostrar que son una hermandad más de nuestra Semana Santa de pleno derecho, ya que aún son muchos los que consideran que no tienen el caché suficiente para ir a Carrera Oficial y menos, hacerlo en un día como el Jueves Santo, en el que procesionan cofradías tan clásicas. Ayer se ponía en la calle a las cuatro de la tarde y lo hacía con varios estrenos. De una parte, la Cruz de Guía y por otra, la canastilla del paso de misterio culminada en talla. Tras la dificultad que entraña la salida del Señor de la Redención del Santuario de María Auxiliadora y a los sones de la banda de cornetas de la Fundación Zoilo Ruiz-Mateos, que se estrenaba detrás del misterio, la hermandad encaminó sus pasos hacia el hospital de San Juan Grande, uno de los momentos más emotivos de su estación de penitencia ya que acercan la Semana Santa a aquellas personas, sobre todo mayores, que por su delicado estado de salud no pueden disfrutarla en la calle. Tras su llegada a la Catedral, la hermandad dejó bonitos momentos por calles como Barranco, plaza Belén, plaza San Lucas, Cabezas o plaza del Mercado antes de volver a adentrarse en Icovesa para recogerse al filo de la media noche.

Histórica Vera Cruz

La Vera Cruz volvió a demostrar la personalidad que tiene. Empezando porque es la hermandad más antigua de todas las que procesionan en nuestra Semana Santa; siguiendo por su Cruz de Guía, a la que porta a hombros; continuando por su condición de hermandad que saca dos túnicas y acabando en el estilo tan característico de sus dos pasos. Su paso por Chancillería camino a Carrera Oficial cuando la tarde iba cayendo, o todo el recorrido de vuelta hacia San Juan de los Caballeros, por calles como Carpintería Baja, Carmen, San Marcos o Francos fue, de nuevo sublime, así como el cuidado repertorio de la Virgen de las Lágrimas a cargo de la banda de música Pedro Álvarez Hidalgo, de Puerto Real.

Clasicismo en El Carmen

La hermandad del Carmen dejó ayer un gran sabor de boca por varios motivos. El principal, por el repunte en el número de hermanos que ha experimentado sus filas nazarenas, algo en el que tendrá mucho que ver el trabajo realizado por la Junta de Gobierno que preside Juan Jordi. Por otra parte, porque siempre es una gozada poder presenciar el magnifico patrimonio que saca esta hermandad a la calle, tanto su altar de insignias como su impresionante paso de misterio una vez, además, recuperada la clásica estampa del caballo y el Longinos antiguos. Y por último, por la posibilidad de escuchar atrás a la Astigitana de Écija con un repertorio musical tan bien escogido, que le da un aire tan clásico a una hermandad como la Lanzada y tan acorde con el Jueves Santo. El recorrido, tan corto y tan bonito a la vez, permitió el disfrute de esta hermandad por cualquiera de sus puntos.

Oración dominica

Por la ubicación de Santo Domingo en el comienzo mismo de la Carrera Oficial, la salida de la hermandad de la Oración en el Huerto es cada año una de las más bulliciosas de la Semana Santa, sin embargo, por eso mismo, tiene el handicap de que a la hora que se pone en la calle el paso de misterio está pasando por Cristina la hermandad de la Vera Cruz, por lo que no puede lucirse todo lo que quisieran ya que siempre hay que respetar a la hermandad que entra en Carrera Oficial. En cuanto a la estación de penitencia en sí, el Señor de la Oración en el Huerto lució como nuevo tras la restauración acometida por Agustín Pina en un paso que volvió a lucir un original exorno formado por flores silvestres simulando lo que sería el Getsemaní de aquella época, destacando además el estreno del paso de la cofradía por Carpintería Baja a su regreso a Santo Domingo cuando ya la Noche de Jesús comenzaba por La Plazuela.

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